Estadificación clínica para guiar el manejo de los trastornos metabólicos y sus secuelas: Declaración de consenso de la Sociedad Europea de Aterosclerosis de 2025

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Las tasas de obesidad han aumentado desde 1990 en todo el mundo. Este aumento es paralelo al aumento de los procesos patológicos que afectan a órganos como el corazón, el hígado y los riñones, aquí denominados trastornos metabólicos sistémicos (DME). Para el manejo clínico de la DME, la Sociedad Europea de Aterosclerosis propone un sistema basado en la fisiopatología que comprende tres etapas: Etapa 1, donde ocurren anomalías metabólicas como adiposidad disfuncional y dislipidemia sin daño orgánico detectable; Etapa 2, que implica daño orgánico temprano que se manifiesta como diabetes tipo 2, disfunción diastólica asintomática, esteatohepatitis asociada a metabólicos (MASH) y enfermedad renal crónica (ERC); y Etapa 3, caracterizada por un daño orgánico más avanzado que afecta a múltiples órganos. Varias formas de obesidad de alto riesgo, impulsadas por el mantenimiento de un balance energético positivo, son la causa más común de DME, lo que lleva a la acumulación ectópica de lípidos y resistencia a la insulina. Esta progresión afecta a varios órganos, promoviendo comorbilidades como hipertensión y dislipidemia aterogénica. Los factores genéticos influyen en la susceptibilidad a la DME, y las disparidades étnicas en la DME son atribuibles a factores genéticos y socioeconómicos. Las características clave de la DME incluyen resistencia a la insulina, inflamación, prediabetes, diabetes tipo 2, MASH, hipertensión, ERC, dislipidemia aterogénica e insuficiencia cardíaca. Las estrategias de manejo incluyen cambios en el estilo de vida, farmacoterapia y cirugía metabólica en casos graves, con tratamientos emergentes que se centran en enfoques genéticos. El sistema de estadificación proporciona un enfoque estructurado para comprender y abordar la naturaleza multifacética de la DME, que es crucial para mejorar los resultados de salud. La categorización de las anomalías de la DME por presencia y progresión tiene como objetivo mejorar la conciencia de un rasgo multisistémico y fomentar un enfoque personalizado y global del tratamiento, con el objetivo final de reducir la carga de las comorbilidades relacionadas con la obesidad.