Revisión
El entorno moderno nos empuja al #sedentarismo, pero la actividad física es clave en todas las etapas de la vida
Movernos previene y trata enfermedades cardiovasculares en todo el ciclo de vida
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Si bien los humanos evolucionaron para realizar actividades de resistencia de rutina, las tendencias seculares recientes en los Estados Unidos y en todo el mundo han resultado en un aumento dramático en la cantidad de tiempo que pasan inactivos tanto en entornos ocupacionales como de tiempo libre. La alta carga de inactividad física es responsable de un alto riesgo de enfermedades no transmisibles prevenibles, incluidas las enfermedades cardiovasculares, el cáncer y la muerte prematura. En esta revisión, nos centramos en los efectos beneficiosos de la actividad física (AF) de rutina en el sistema cardiovascular, las diferentes formas en que podemos lograr y medir la AF, y la evidencia que respalda la guía clave de salud pública sobre los objetivos óptimos de AF para promover la salud. Si bien los datos indican mejoras modestas en la AF del tiempo libre en los Estados Unidos durante la última década, estos desarrollos no se distribuyen equitativamente entre la población, ya que las minorías raciales y étnicas, las mujeres y los adultos mayores continúan mostrando tasas de AF más bajas. Los datos revisados aquí demuestran la importancia de promover la AF para la salud cardiovascular y resaltan la necesidad de abordar la enorme carga de la inactividad física, especialmente en aquellos afectados por disparidades que se cruzan y que influyen tanto en la salud general como en la AF en el tiempo libre.
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