Un hombre de unos 70 años en seguimiento regular con un oftalmólogo durante 10 años presentó visión borrosa en su ojo derecho durante 4 días. Fue diagnosticado de presión intraocular (PIO) elevada bilateralmente 18 meses antes y tratado con gotas oftálmicas de antiglaucoma. En el interrogatorio directo, admitió haber utilizado con frecuencia gotas oftálmicas de combinación fija de tobramicina al 0,3%/dexametasona al 0,1% para aliviar el enrojecimiento ocular y las molestias en ambos ojos durante 3,5 años sin el conocimiento de su oftalmólogo. El examen reveló una PIO marcadamente elevada, ventosas avanzadas del disco óptico y visión de túnel debido a un glaucoma inducido por esteroides bilateralmente. Después del cese de las gotas oftálmicas y 2 semanas de tratamiento antiglaucoma, su PIO volvió a la normalidad y su campo visual se mantuvo estable durante 4 años.
Nuestro caso pone de manifiesto el peligro del autotratamiento habitual de medicamentos recetados que contienen corticoides y la importancia de realizar una historia clínica detallada en el diagnóstico y manejo del glaucoma inducido por esteroides.
Los corticosteroides tópicos son una clase de medicamentos antiinflamatorios que se usan comúnmente para tratar diversos trastornos oculares. Los individuos que responden a los corticosteroides con elevación de la presión intraocular (PIO) se denominan "respondedores de esteroides". La elevación de la PIO como resultado del uso de corticosteroides se denomina hipertensión ocular inducida por esteroides. Si la elevación de la PIO es de magnitud suficiente y no se trata, puede desarrollarse neuropatía óptica glaucomatosa, lo que resulta en pérdida visual y ceguera (glaucoma inducido por esteroides).
El glaucoma inducido por esteroides es una forma de glaucoma secundario de ángulo abierto. 1 Su presentación clínica es similar a la del glaucoma primario de ángulo abierto (GPAA), excepto quizás con una PIO más alta.
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