lunes, 16 de noviembre de 2020

Prev Tab. Fumar en tiempos del COVID-19. Documento de posición.

El humo del tabaco deteriora los mecanismos de defensa del aparato respiratorio, tanto la inmunidad celular como la humoral, lo que afecta al mecanismo de limpieza mucociliar y produce inflamación; todas estas alteraciones favorecen la aparición de infecciones respiratorias bacterianas o virales, lo que podría explicar que en las personas que fuman las infecciones respiratorias tengan mayor incidencia y sean más graves.

 
A partir de la evidencia disponible, se puede concluir que las personas que fuman y los usuarios de sustancias inhaladas tienen riesgos mayores que la población general en la pandemia por COVID-19, y que se suman a los ya conocidos del consumo de tabaco; por todo esto, dejar de fumar se convierte en una medida preventiva relevante para defenderse mejor del SARS- Cov-2. Adicionalmente, al fumar se lleva de forma repetida la mano a la boca, por lo que aumenta la posibilidad de transmisión del virus, ya que el cigarrillo (pero también el cigarro electrónico, la pipa de agua, etc.) puede actuar como fómite del virus.
 
La Organización Mundial de la Salud (OMS) sostiene que fumar aumenta considerablemente el riesgo de muchos problemas de salud graves tanto respiratorios como cardiovasculares, y que dejar de hacerlo puede ayudar a prevenir la infección por SARS-Cov-2 o evitar complicaciones de COVID-19. 
 
Por todo ello, las asociaciones profesionales, organizaciones y sociedades científicas firmantes de este documento consideran importante señalar la importancia de:
  1. Advertir a la población en general sobre el mayor riesgo de infectarse con SARS-Cov-2 que conlleva fumar y que conllevaría vapear en tiempos de la pandemia COVID-19.
  2. Advertir a las personas fumadoras que tienen un mayor riesgo, no solo de contraer COVID-19 sino de tener un mal pronóstico en caso de contraer la enfermedad.
  3. Enfatizar la importancia de dejar de fumar y promover, en la medida de lo posible, el uso de los recursos disponibles para asistir y acompañar a los fumadores en ese objetivo, especialmente aquellos métodos que no requieren que las personas acudan a centros de salud, como por ejemplo líneas telefónicas de ayuda, aplicaciones, videoconsultas, teleconsultas.
  4. Desalentar fuertemente el uso de pipas de agua, el uso de sistemas electrónicos de administración de nicotina (cigarros electrónicos o vapeadores) y productos de tabaco calentados, ya que pueden actuar como fómites para diseminar la infección, además del daño que ocasiona su uso.
  5. Enfatizar, en tiempos de cuarentenas, la importancia de mantener todos los ambientes, públicos y privados, 100 % libres de humo de tabaco.
  6. Continuar generando evidencia sólida sobre el impacto del tabaquismo, para contribuir a la toma de decisiones sanitarias apropiadas.

No hay comentarios:

Publicar un comentario