Cada vez se tienen más pruebas de que las manifestaciones de pérdida de la memoria subjetiva, también conocida como alteración cognitiva subjetiva (ACS), son de hecho indicadoras de alteración cognitiva futura y deben abordarse, señalan expertos en enfermedad de Alzheimer.
En una sesión aquí en el Congreso Anual de 2016 de la American Association for Geriatric Psychiatry (AAGP), investigadores presentaron y resumieron la serie creciente de datos que demuestran que las alteraciones de la memoria de los pacientes no deben tomarse a la ligera.
"Este es un campo que simplemente se ha estado ignorando, los llamados sanos preocupados o personas con manifestaciones subjetivas", dijo a Medscape Medical News el Dr. Barry Reisberg, profesor de psiquiatría y director del Programa de Educación e Investigación de la Fundación para la Investigación de la Enfermedad de Alzheimer Zachary and Elizabeth M. Fisher en la Escuela de Medicina de la Universidad de Nueva York, en la ciudad de Nueva York.
"Podemos demostrar que estos problemas son muy reales en el sentido de que están pronosticando que algo va a surgir", agregaron.
"Algo está sucediendo y nuestros pacientes nos están diciendo esto y necesitamos tomarlo con seriedad", acordó el Dr. Gary W. Small, profesor de psiquiatría y director de la Universidad de California, Los Angeles, Centro de Longevidad en el Instituto Semel de Neurociencia y Conducta Humana.
El Dr. Reisberg dijo que un análisis adicional de sus datos originales sobre ACS de 2010 demostró que estas predicciones eran eficaces.
Estudio decisivo
En este estudio prospectivo de siete años finalizado en 2010 (Alzheimers Dement 2010 Jan;6:11-24), el Dr. Reisberg y sus colaboradores descubrieron que los pacientes con ACS tenían 4,5 veces más riesgo de disfunción que las personas sin alteración cognitiva y que empeoraban con una rapidez 60% mayor que los pacientes sin alteración cognitiva.
El Dr. Reisberg ha estado realizando más estudios longitudinales en esta población. Analizó a un grupo de 98 pacientes que estaban sanos al inicio, aparte de presentar ACS (etapa 2 en la Escala de Deterioro Global). Fueron objeto de seguimiento durante una media de dos años. Dos tercios permanecieron en la etapa 2 y se consideró que tenían ACS. Veinte por ciento avanzaron a la alteración cognitiva leve (ACL) y 2% avanzaron a la demencia o a la enfermedad de Alzheimer.
"Descubrimos que los sujetos presentaban una disfunción prácticamente con la misma tasa que la que habíamos previsto", dijo. La rapidez de la disfunción en el curso de dos años fue 6,701%: casi la misma que el 6,7% previsto por el estudio original.
Se utilizó tanto la GDS como la Escala de Evaluación Cognitiva Breve (BCRS) en el estudio de dos años, pero la BCRS fue la medida más sensible en la disfunción cognitiva. Los resultados en las pruebas psicométricas y el Mini Examen del Estado Mental no mostraron cambios significativos durante todo el estudio.
El Dr. Reisberg dijo que los datos a dos años debieran ayudar a los investigadores que están analizando formas de mitigar el avance de la ACS.
Los datos acumulados demuestran que los síntomas cognitivos "pueden surgir 22 años antes de la demencia leve", dijo.Leer más
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