martes, 15 de diciembre de 2015

Salud con cosas. Cuenta atrás para un nuevo modelo de congresos.

http://saludconcosas.blogspot.com.es/2015/12/cuenta-atras-para-un-nuevo-modelo-de.html 

Volvemos a los clásicos: el futuro de los congresos (como no acordarse de #cambiacongreso) y la formación especializada. Hace pocos días, el cardiólogo José Juan Gómez publicaba en la web Cardio 2.0 una entrada sobre el impacto que va a tener el nuevo código ético de la industria sanitaria en los congresos sanitarios. Aunque lo mejor es que leáis la entrada original, vamos a hacer un breve resumen a continuación.

Eucomed es la asociación europea de empresas de tecnología sanitaria (las que venden prótesis, stents, marcapasos, etc). En su última reunión, se aprobó un nuevo código ético para el año 2018 que incluye lo siguiente:
  • No se podrán patrocinar congresos que tengan relación con el ocio.
  • No se permitirá el pago directo de los gastos de asistencia a congresos a los profesionales (ni viaje, ni inscripción, ni alojamiento, ni nada similar).
  • Dichos pagos de asistencia podrán sufragarse mediante una especie de becas: las empresas aportarán fondos a las organizaciones y entidades, y estas distribuirán las becas entre los profesionales.
¿Va a ser el fin de los congresos? Salvo que el modelo de las becas sea útil, la reducción de asistentes será importante. Además, dado que los congresos son una gran fuente de financiación para las sociedades científicas (lo de "gran fuente" se queda corto, ya que hay muchísimo dinero sobre la mesa), muchas sociedades verán como sus presupuestos se reducen. En resumen, que no es el final de los congresos, sino el final del vigente modelo de congresos, y esto huele a reinvención.

Empecemos por lo esencial: los congresos son muy muy caros. Cuotas de inscripción de más de 500 euros, viaje y alojamiento (3 noches de media), gastos del día a día, etc. Pero realmente, ¿cuantos congresistas se pagan sus gastos? ¿O realmente las cuotas de inscripción son la otra forma de patrocinio para las empresas? Un logo a cambio de dinero en efectivo y de llevar a 50 congresistas con todo pagado. La otra cara de la moneda son los congresos que buscan minimizar sus costes para que la cuota sea mínima: sin lujos, sin cenas oficiales, sin grandes y caros espectáculos inaugurales, y con el mismo nivel en cuanto al conocimiento. 

Una opción que se comentó en un debate en twitter a partir de la entrada de cardio 2.0 fue la promover la difusión de los congresos en vídeo (streaming en directo y videoteca de todo el congreso). Sin embargo, el audiovisual no parece el medio favorito de los profesionales: muchos vídeos, poca organización, difícil encontrar videos de calidad, y pocas visitas. Algunos congresos ya retransmiten sus congresos por streaming de forma gratuita (otros cobran por la asistencia "online") y después cuelgan los vídeos en su youtube, ¿y como les funciona? Veamos algunos ejemplos:

- El evento-resumen del congreso SEC 2015 celebrado en Bilbao está colgado en el canal de Youtube de la SEC. Se trata de un vídeo de 2 horas y 3 minutos, que incluye diversas ponencias de una jornada que recopila lo mejor del citado congreso y que se celebró en noviembre en Madrid. Dicho vídeo cuenta con 1823 visualizaciones, aunque la duración media de cada visualización es de 20 minutos (es decir, mucha gente no ve el vídeo completo).

- Un buen ejemplo de congreso que se cuelga íntegro en Youtube es el de la SEFH (Sociedad Española de Farmacia Hospitalaria). Aquí tenéis la lista de reproducción con todos los vídeos, desde la inauguración a todas las mesas redondas y ponencias. Salvo un cortometraje titulado Superhéroes (con más de 15.000 visitas), el resto de vídeos no llega a las 100 visualizaciones, y la mayoría de las ponencias o conferencias no supera las 10 visitas.

- En el caso de otra gran sociedad, como es la Semfyc, hay algunos vídeos en Youtube. Por ejemplo, esta conferencia de Rafael Bengoa del congreso de 2012 tiene 263 visualizaciones. 

- Algunos congresos difunden los vídeos en un formato poco adecuado para su posterior uso, como en el último congreso de crónicos. Se trata de archivos mp4 enlazados directamente en la web, pero no están subidos a Youtube.

- La Asociación Nacional de Informadores de la Salud (ANIS) ofrece en su canal de youtube los vídeos del último congreso. Los vídeos no superan las 100 visualizaciones, y el tiempo medio por vídeo no supera el 20% del tiempo total. 

¿Funciona el modelo de congreso en vídeo? Por ahora no mucho: pocos congresos cuelgan sus vídeos en youtube, las visualizaciones son escasas y el tiempo medio de visualización indica que pocas personas ven los vídeos completos. No es lo mismo ver una mesa redonda en un congreso que ver un vídeo en casa. Además, cabe preguntarse otra cosa: ¿el objetivo principal de los congresos para los asistentes es el aprendizaje?

Por otra parte, el modelo formativo a distancia ha mejorado notablemente, y hemos logrado pasar de una plataforma Moodle inundada de archivos pdf a otros entornos mucho más atractivos y didácticos para el alumno. Vídeos, foros o webinars en directo son algunos ejemplos de todo lo que se puede hacer. De hecho, algunos vídeos de tipo más formativo, como este curso de electrofisiología de la Reunión Anual de Arritmias, cuentan con muchas más visitas que los vídeos de los congresos (5053 visualizaciones).

Antes que cambiar el modelo de congresos o adaptar este tipo de encuentros a la nueva normativa, quizás sea conveniente dibujar un marco adecuado de formación y aprendizaje para los profesionales sanitarios. ¿Qué queremos? ¿Como incluimos los puntos de encuentro de profesionales en el modelo? ¿Hay que seguir dejando en manos de la industria, sociedades y profesionales la formación especializada? ¿Hay otras formas de hacerlo? ¿Los nuevos congresos serán online? ¿Sufriremos el efecto MOOC, basado en que todos se apuntan a ver los vídeos, y pocos los ven de forma completa? Un buen punto de partida sería comprobar los diferentes modelos existentes en España, y mirar también a otros países.

Algo que ya hemos apuntado es la necesidad de contar con un sistema más objetivo de asistencia, que evite la relación directa entre la industria y el profesional, y permita que sea la organización la que proponga a los asistentes, pueda solucionar parte de los problemas. Además, sería también interesante que los congresos publicaran sus cuentas: quien paga, tipos de gastos, etc. Seguro que eliminando lujos, caprichos y cenas oficiales, se puede reducir la cuota de inscripción. Pero, ¿a quien le interesa reducir esa cuota? Sin duda a los asistentes que se lo pagan de su bolsillo, pero a los asistentes subvencionados y a las propias sociedades organizadoras parece que no les interesa mucho.

Y otro día hablaremos de la posibilidad de que haya congresos sin patrocinio directo, mediante un fondo común de ayudas de la industria gestionado por cada servicio de salud o el propio Ministerio que otorga "subvenciones" a las sociedades científicas. El problema es que este modelo no gusta ni convence a nadie, y así van las cosas hoy por hoy: aunque hay que reconocer que hay congresos muy serios, en los que el conocimiento y el aprendizaje juegan un papel esencial. Quizás haya que aprender de estos ejemplos.

Nota: gracias a José Juan Gómez por escribir la entrada original, y por mover el debate en Twitter.

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