http://farmaciadeatencionprimaria.com/2015/12/03/10-mandamientos-para-un-tratamiento-centrado-en-el-paciente/
Hace más de tres años Richard Lehman publicó, en su blog semanal del BMJ, los 10 mandamientos para una nueva terapéutica
de John Yudkin, profesor emérito de Medicina en la University College
London. Estos recogían de forma maestra las claves a tener en cuenta en
el momento de tomar decisiones sobre los tratamientos crónicos y
rápidamente fueron recogidos en varios blogs de referencia de nuestro
entorno (Primum non nocere o Sano y Salvo). Desde entonces, poco a poco, se han ido incorporando en cursos de farmacoterapia e incluso en manuales de residentes como el Good GP Training Guide.
Si bien a lo largo de este tiempo han ido evolucionando y sufriendo alguna pequeña modificación, siempre se han mantenido fieles a su esencia. Hace unas semanas el British Journal of General Practice publicaba la última versión, que hemos traducido y adaptado.
1. No tendrás otro propósito que ayudar a los pacientes a conseguir los objetivos terapéuticos que deseen
En las decisiones relacionadas con el tratamiento, además del diagnóstico de la enfermedad, es esencial conocer los valores y preferencias de los pacientes. No debemos asumir que son las mismas para todos.
2. Buscarás siempre información sobre los beneficios, los daños y el coste de los tratamientos, y la compartirás con el paciente
La mayoría de los ciudadanos, pero también los profesionales sanitarios, tendemos a sobreestimar los beneficios y minimizar los riesgos de los tratamientos. Los instrumentos de ayuda a la decisión compartida, cada vez más presentes en las GPC,
pueden ayudar a los pacientes a conocer cuáles son las diferentes
opciones de tratamiento disponibles y a comprender mejor qué resultados
esperar con cada uno de ellos.
3. Considerarás la
actitud expectante especialmente en los casos en los que otras
alternativas hayan fracasado o cuando no haya evidencia disponible
En los casos en los que la indicación
no esté clara o el balance beneficio-riesgo del tratamiento sea dudoso,
posiblemente la opción más razonable sea resistir la tentación de
prescribir y revaluar la situación clínica más adelante.
4. Honrarás las fuentes que proporcionan información equilibrada y te protegerás de quienes las traicionan
No existe una única fuente de
información farmacoterapéutica fiable, libre de sesgos, que esté
permanentemente actualizada y que sea de utilidad tanto para
profesionales como para pacientes. En este sentido, es esencial conocer
las diferentes fuentes de información independientes y saber qué podemos encontrar en cada una de ellas.
5. Tratarás en función del riesgo y no de los factores de riesgo
La utilización de variables subrogadas en vez de variables finales en la evaluación de tratamientos es cada vez más frecuente. Richard Lehman ha llegado a calificar como “obsesión” la promoción de estrategias dirigidas a modificar valores de variables intermedias como el HbA1c o el LDL-c.
6. No idolatrarás los objetivos de tratamiento que establecen los comités de expertos
Las definiciones de la enfermedad y los objetivos de tratamiento establecidos por comités de expertos pueden estar sometidos a importantes sesgos. En este sentido siempre conviene cultivar un cierto escepticismo saludable.
7. Honrarás a los
pacientes ancianos ya que, aunque suelen ser los que presentan un mayor
riesgo de eventos, también son los más susceptibles de sufrir reacciones
adversas al tratamiento
La mejor evidencia disponible se basa
en lo que mejor funciona en pacientes con enfermedades aisladas, con
datos extrapolados de ensayos clínicos en los que generalmente se
excluyen las personas con comorbilidades y en poblaciones mucho más
jóvenes que los pacientes que habitualmente acuden a la consulta.
Siempre es difícil predecir qué ocurrirá en un paciente en concreto, y
más en un anciano, por este motivo es esencial la optimización del
tratamiento en las personas de edad avanzada.
8. Retirarás
cualquier tratamiento cuyos beneficios no sean claros y revisarás
periódicamente la necesidad tanto del tratamiento como de las analíticas
Antes de iniciar cualquier tratamiento siempre se ha de valorar qué medicamentos se podrían retirar. Los
fármacos que en un momento fueron eficaces y bien tolerados pueden
dejar de serlo, por lo que se debe evaluar periódicamente la necesidad
de continuar con el tratamiento aunque no sea uno mismo quien los ha
indicado.
9. Intentarás encontrar el mejor tratamiento para cada persona
El NNT debe servir de guía inicial
para la selección del tratamiento, ya que proporciona una idea
aproximada de su efecto en una población concreta. En caso de que este
fracase, podría ser necesario probar un tratamiento alternativo (o más)
hasta encontrar el más apropiado para el paciente.
10. Utilizarás el menor número de medicamentos posible
La polimedicación provoca importantes
problemas, especialmente en los ancianos. Como regla general al iniciar
un tratamiento se debe utilizar un único principio activo a la dosis más baja posible. Y… antes de prescribir un nuevo tratamiento valorar si un tratamiento no farmacológico podría ser tan o incluso más efectivo.
Coincidimos plenamente con Richard Lehman al desear que “pronto los mandamientos sean tan obvios que no parezcan ni originales ni necesarios”.
Entrada elaborada por Laura Diego y Àngels Pellicer
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