Con la reciente publicación del ensayo SPRINT ( Estudio SPRINT: ¿Cuál es el objetivo de presión arterial en no diabéticos de alto riesgo cardiovascular? »), ha vuelto a reactivarse la controversia sobre los objetivos de presión arterial en la población general, y especialmente en algunos subgrupos, como ancianos, diabéticos o aquellos de alto riesgo cardiovascular.
En el caso de los ancianos, sabemos que
los mecanismos de la regulación de la presión arterial son diferentes a
los de la población general, lo que podría explicar el efecto negativo
que en ellos tienen las cifras muy bajas de presión arterial. Asimismo,
en este subgrupo de población, es frecuente encontrar otras
alteraciones, como la hipotensión ortostática, que confieren un mal
pronóstico.
Sin embargo, otra entidad completamente
diferente, como es la hipertensión ortostática (aumento de la presión
arterial de al menos 20 mmHg tras 1 y 3 minutos de la bipedestación), no
ha sido convenientemente estudiada en ancianos. Este estudio analiza
este aspecto en población anciana institucionalizada, considerando una
muestra del estudio PARTAGE. Los autores concluyen que la aparición
de hipertensión ortostática en esta población, independientemente de las
comorbilidades y de la presión arterial en reposo, se ha asociado a
mayor morbimortalidad en el seguimiento.
Por tanto, este estudio recalca la
importancia de evaluar y controlar la presión arterial en ancianos. En
ellos, debe tenerse no solo en cuenta las cifras de presión arterial en
reposo, sino también la aparición de hipotensión o hipertensión
ortostática.
Enlaces:
- Hypertension. - Evidence for a Prognostic Role of Orthostatic Hypertension on Survival in a Very Old Institutionalized Population
No hay comentarios:
Publicar un comentario