https://www.sciencedirect.com/science
El uso de anticoagulantes orales directos (ACOD) ha aumentado significativamente porque las principales organizaciones médicas respaldan su papel para las afecciones en las que está indicada la anticoagulación. Debido a sus importantes propiedades farmacocinéticas, el uso de apixabán y rivaroxabán requiere una cuidadosa consideración en las poblaciones de riesgo, como las que padecen enfermedad renal. Tanto el apixabán como el rivaroxabán experimentan algún grado de eliminación renal, por lo que la exposición total al fármaco aumenta en los pacientes con insuficiencia renal y/o en los que se someten a tratamiento renal sustitutivo (TRS). El ensayo clínico disponible y los datos del mundo real en esta población sugieren que el apixabán es probablemente al menos comparablemente eficaz como la warfarina en la prevención de eventos tromboembólicos y probablemente sea más seguro al evaluar el riesgo de sangrado. Los datos de rivaroxabán son más limitados y los resultados informados son más discordantes. Tanto el apixabán como el rivaroxabán se han utilizado con éxito en pacientes con enfermedad renal terminal (IRT) que se someten a trasplante de riñón, así como en el entorno postrasplante. Los ensayos clínicos prospectivos que evalúan la seguridad y eficacia de apixabán y rivaroxabán en diversas afecciones en las que está indicada la anticoagulación deben incluir a pacientes con IRT y receptores de trasplante renal para ayudar a definir mejor el papel que estos importantes agentes novedosos deben desempeñar en estas poblaciones de pacientes complejas.
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