El control eficaz de la diabetes, especialmente en adultos mayores y frágiles, requiere un enfoque matizado que equilibre los beneficios de los medicamentos antihiperglucémicos con los riesgos del control glucémico intensivo. Si bien ciertos medicamentos para la diabetes son importantes para la prevención de las complicaciones crónicas de la diabetes, el control intensivo de la glucemia puede aumentar el riesgo de hipoglucemia, lo que puede provocar resultados adversos graves (p. ej., caídas, convulsiones, hospitalizaciones, muerte). En pacientes de 65 años o más y aquellos con fragilidad, es crucial un enfoque personalizado para el cuidado de la diabetes. Un enfoque centrado en el paciente podría incluir la individualización de los objetivos glucémicos y la reducción de la intensidad tanto del tratamiento farmacológico como de la monitorización rutinaria para priorizar la seguridad y la calidad de vida del paciente. La implementación de esta atención centrada en el paciente requiere que los médicos consideren minuciosamente la salud general, las preferencias y el contexto social de cada paciente, asegurando así que las decisiones de tratamiento se alineen con los objetivos personales de atención y las circunstancias de vida del paciente.
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