CONCLUSIONES
• El 90-98% de las rinosinusitis son de origen vírico, algunas de ellas derivadas de un resfriado común.
• Las medidas no farmacológicas se han de recomendar siempre, entre ellas, la adecuada hidratación, los lavados nasales con suero salino, aplicar paños calientes o dormir con la cabeza en alto.
• El paracetamol, los AINE y los corticoides intranasales pueden ayudar a aliviar los síntomas, mientras que no existe evidencia suficiente para recomendar el uso de antihistamínicos, descongestionantes nasales ni mucolíticos.
•Se considera bacteriana cuando se dan al menos tres de los siguientes signos/síntomas: drenaje purulento, dolor local intenso (con frecuencia unilateral), fiebre, recaída de los síntomas y tasas elevadas de PCR o de sedimentación eritrocitaria.
• Un 70% de los pacientes con rinosinusitis bacteriana leve-moderada se cura espontáneamente en 14 días, por lo que el tratamiento antibiótico rutinario no está justificado.
• La amoxicilina es de elección en la rinosinusitis bacteriana no grave, cuando los síntomas son intensos y se mantienen o empeoran a partir de los 7-14 días; la amoxicilina-clavulánico es la alternativa en casos más graves o complejos; y la claritromicina y el levofloxacino las opciones en alérgicos a los betalactámicos.
• No existe evidencia suficiente que respalde el uso de antibióticos en la RSC.
• Tanto mepolizumab como dupilumab han sido incluidos en la prestación farmacéutica del SNS, restringiendo su uso a pacientes con RSC con pólipos nasales grave, que han sido sometidos a dos o más cirugías.
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