LA PULSIOXIMETRÍA es un método no invasivo, fácil de aplicar e interpretar, que mide la saturación porcentual de oxígeno en los tejidos (SpO2). Supone una estimación de la saturación de oxígeno de la hemoglobina arterial (SatO2). También puede cuantificar la frecuencia cardiaca (FC) y la amplitud del pulso.
Es una herramienta cada vez más utilizada en el ámbito en Atención Primaria (AP) para el manejo de la sintomatología respiratoria sea cual sea su origen y en especial en la edad pediátrica. La pulsioximetría proporciona una monitorización instantánea, continua y no invasiva, asequible en AP. No requiere de un entrenamiento especial. Es fácil de usar. Es fiable en el rango de 80-100% de saturación, que es el más interesante en la práctica clínica. Además, informa sobre la frecuencia cardiaca. Existe una gran variedad de artefactos y situaciones que pueden afectar a la correcta lectura del aparato.
Actualmente, la oximetría de pulso se utiliza de forma rutinaria en una amplia gama de entornos clínicos, desde la atención hospitalaria hasta la atención primaria y la monitorización domiciliaria. Se hace necesaria la descripción de conceptos clave tanto de sus fundamentos técnicos como de utilización para una medición correcta y fiable
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