La hipertensión arterial, definida como una elevación persistente de la presión arterial sistólica (PAS) >140 mmHg y/o de la presión arterial diastólica (PAD) al menos 90 mmHg (directrices de la Sociedad Internacional de Hipertensión), afecta a más de 1.500 millones de personas en todo el mundo. La hipertensión se asocia a un mayor riesgo de enfermedad cardiovascular (ECV) (por ejemplo, cardiopatía coronaria, insuficiencia cardiaca e ictus) y de muerte.
Un grupo internacional de expertos convocado por el Colegio de Expertos de la Sociedad Internacional de Hipertensión recopiló recomendaciones sobre el control del estilo de vida como estrategia de primera línea para prevenir y controlar la hipertensión en la edad adulta. También se recomienda continuar con los cambios en el estilo de vida incluso cuando se prescriban medicamentos hipotensores. Las recomendaciones específicas basadas en la evidencia bibliográfica se resumen con el consejo de iniciar estas medidas en una etapa temprana de la vida, incluyendo el mantenimiento de un peso corporal saludable, el aumento de los niveles de diferentes tipos de actividad física, comer y beber de forma saludable, evitar y dejar de fumar y consumir alcohol, controlar el estrés y los niveles de sueño.
También se discute la relevancia de enfoques específicos que incluyen el consumo de sodio, potasio, azúcar, fibra, café, té, ayuno intermitente, así como estrategias integradas para poner en práctica estas recomendaciones utilizando, por ejemplo, tecnologías relacionadas con el cambio de comportamiento y herramientas digitales.
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