Estas recomendaciones van dirigidas a consultas de pacientes que tienen como elemento común el antecedente de una práctica sexual con posible riesgo de infección. La consulta puede estar motivada por la presencia de síntomas o lesiones, como uretritis, cervicitis, úlceras o verrugas genitales, y en otros casos tan sólo por la sospecha de riesgo de contagio o el contacto con una persona con una infección de transmisión sexual (ITS) diagnosticada. Actualmente contamos con medios para la prevención, diagnóstico y tratamiento de las ITS, que bien utilizados, permitirían prevenir la mayor parte de los casos. Sin embargo, la incidencia de ITS está aumentando en España y en los países de nuestro entorno. Atención Primaria es el lugar de consulta de la mayoría de estos pacientes. La prevención y el tratamiento de las ITS cortan la cadena de transmisión, por lo que su impacto en la salud de la población va mucho más lejos del número de pacientes atendidos.
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