martes, 8 de noviembre de 2022

BMJ. TRATAMIENTO FARMACOLÓGICO DEL TRASTORNO DE PÁNICO CON O SIN AGORAFOBIA.

https://www.bmj.com/content/376/bmj-2021-066084

Objetivo

Valorar grupos de fármacos y tipos de ISRS con mayores tasas de remisión y menor riesgo de efectos adversos en el tratamiento del trastorno de pánico, con o sin agorafobia.

Método

Revisión sistemática y metanálisis en red de ensayos clínicos aleatorios (ECA), localizados en Embase, Medline y Clinical Trials.gov (desde el inicio de estas bases de datos hasta el 17 de junio de 2021), que incluyesen adultos ≥ 18 años, con diagnóstico de trastorno de pánico y tratamiento farmacológico, con resultados que valorasen remisiones, abandonos y efectos adversos.

Resultados principales

Se identificaron 2.019 estudios, de los que se incluyeron 87 (80 estudios con pacientes con agorafobia; 86 de los 87 con problemas de calidad o posibles sesgos), con un total de 12.800 pacientes (media de edad 35,0 años; 63,7% mujeres) y 12 grupos de fármacos. El tiempo medio de padecimiento del trastorno antes de la inclusión fue de 6,9 años y la duración media del tratamiento farmacológico ensayado fue de 8 y 12 semanas (35 y 19% de los casos, respectivamente). Los antidepresivos tricíclicos, las benzodiacepinas, los inhibidores de la monoaminooxidasa, los ISRS y los inhibidores de la recaptación de serotonina-noradrenalina (IRSN) se asociaron con mayores tasas de remisión que el placebo. Las benzodiacepinas, los antidepresivos tricíclicos y los ISRS obtuvieron los mejores resultados, siendo estos últimos, y a nivel individual la sertralina y el escitalopram, los que se asociaron con mayores tasas de remisión y menor riesgo de efectos adversos.

Conclusiones

Los ISRS (entre ellos, la sertralina y el escitalopram) se posicionan como los fármacos que proporcionan mayor beneficio y menor riesgo de efectos adversos en el tratamiento del trastorno de pánico, si bien estos resultados proceden de estudios con sesgos y el nivel de evidencia es de moderada-baja calidad.

Comentario

El trastorno de pánico se caracteriza por ataques repentinos, aislados y recurrentes de miedo o malestar intenso, acompañado de palpitaciones, sudoración, temblores, sensación de ahogo, atragantamiento y opresión o malestar torácico. La agorafobia consiste en la aparición de una ansiedad intensa al encontrarse en lugares o situaciones donde escapar puede resultar difícil o no disponerse de ayuda si se presentase una crisis de pánico inesperada. La prevalencia del trastorno de pánico (1-5%) y el deterioro del funcionamiento social, laboral y familiar que conlleva justifican la investigación de la efectividad de los diferentes fármacos empleados en su tratamiento. Los hallazgos de revisiones sistemáticas y metanálisis anteriores sugieren que los antidepresivos tricíclicos, las benzodiacepinas, los ISRS, los inhibidores de la monoaminooxidasa y los IRSN son más eficaces que el placebo, pero los antidepresivos tricíclicos y las benzodiacepinas están relacionados con un mayor riesgo de eventos adversos. Como consecuencia, las guías recomiendan los ISRS como primera opción de tratamiento, aunque no está claro cuál es más eficaz y presenta menor riesgo de eventos adversos, dada la limitada disponibilidad de comparaciones directas entre los ISRS y otras clases de fármacos. Este estudio identificó 12 grupos de medicamentos utilizados en el tratamiento del trastorno de pánico, destacando los antidepresivos tricíclicos, los ISRS y las benzodiacepinas como los tratamientos con mejores tasas de remisión, asociándose las benzodiacepinas con las menores probabilidades de abandono, pero también con el mayor riesgo de efectos adversos. Entre los ISRS, la sertralina y el escitalopram se identificaron como los agentes más eficaces y con bajo riesgo de efectos adversos, si bien estos resultados han de tomarse con precaución, dada la calidad de los estudios incluidos en este trabajo.

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