lunes, 31 de mayo de 2021

JAMA Ophthalmology. Valoración a largo plazo del tratamiento para la hipertensión ocular.

https://jamanetwork.com/journals/jamaophthalmology/

20 años después del inicio de un ensayo clínico sobre la hipertensión ocular y sus resultados, los exámenes y análisis de seguimiento encontraron que no todos los pacientes con presión ocular elevada necesitan un tratamiento para prevenir la pérdida de visión por glaucoma.

El glaucoma es una de las principales causas de ceguera. La presión ocular elevada se desarrolla en el 4% al 7% de las personas en  mayores de 40 años y es una causa de riesgo para el establecimiento del glaucoma. Tradicionalmente se ha recurrido al tratamiento con gotas  para bajar la presión. Pero esos medicamentos pueden ser costosos, causar efectos adversos o ser inconvenientes en su uso diario, especialmente en personas mayores  que pueden tener dificultades para ponerse las gotas  todos los días.

Un ensayo que se desarrolló a finales de la década de los noventa del siglo pasado se trató de determinar si todas las personas con presión alta deberían ser tratadas o no con medicación para prevenir la aparición de glaucoma. Cuando se lanzó el estudio, estaba aceptado universalmente  que todos los pacientes con presión ocular elevada deberían recibir medicamentos para reducir esa presión.

Estudio de tratamiento de la hipertensión ocular  reclutó a más de 1.600 pacientes  que tenían un nivel moderado a alto de  riesgo de glaucoma debido a la presión ocular elevada. El propósito era evaluar el éxito de la medicación para preservar la visión. La mitad de los pacientes fueron seleccionados al azar para recibir tratamiento diario con gotas para los ojos para reducir la presión intraocular y la otra mitad se observó sin tratamiento. Después de siete años, cuando se demostró que el tratamiento era muy eficaz en la reducción de la hipertensión ocular, se administró el tratamiento a los pacientes de ambos grupos.

En la última fase del estudio, con seguimiento a 20 años, los investigadores evaluaron qué pacientes desarrollaron glaucoma una vez concluido el estudio inicial.  El análisis de seguimiento buscó descubrir patrones y factores de riesgo para identificar qué pacientes necesitaban un tratamiento para bajar la presión y cuáles simplemente podrían requerir monitoreo. De los participantes del estudio, el 46% tenía evidencia de glaucoma en uno o ambos ojos, pero solo el 25% había experimentado alguna pérdida de visión cuando se examinó 20 años después del lanzamiento del estudio, una tasa más baja de lo esperado.

Al principio del estudio, los investigadores identificaron cinco factores que predijeron qué pacientes tenían un mayor riesgo de desarrollar glaucoma. Estos factores, confirmados por el análisis de seguimiento, fueron:: la edad del paciente; el espesor de la córnea; una medida de la apariencia de la cabeza del nervio óptico; y otra medida derivada de pruebas estándar de campo visual.

Cuando se identificaron esos factores, quedó claro que muchos pacientes con presión elevada pueden controlarse mediante un control regular y es posible que no requieran tratamiento.  El estudio también mostró que los riesgos asociados con retrasar el inicio del tratamiento farmacológico son relativamente bajos. Las personas asignadas al azar a observación en la fase inicial del estudio, antes de cambiar a las gotas para bajar la presión más adelante, tenían solo un riesgo ligeramente mayor de pérdida de la visión después de 20 años que aquellas que usaron gotas para los ojos para bajar la presión desde el inicio del estudio.

No hay comentarios:

Publicar un comentario