viernes, 23 de octubre de 2020

IBP: efecto rebote a la interrupción del tratamiento.

 The Pharmaceutical Letter 2020; 22 (10): 73-80.

Los estudios han revelado efectos secundarios significativos relacionados con la prescripción a largo plazo y la finalización del tratamiento con IBP. Por tanto, varias recomendaciones aconsejan interrumpir el tratamiento con IBP en ausencia de una indicación formal (úlcera péptica, erradicación de Helicobacter pylori, etc.), aunque puede producirse un efecto rebote sintomático y algunos pacientes experimentan dificultad para interrumpir su tratamiento debido a este efecto.

Efecto rebote:

Los mecanismos detrás del efecto rebote, a menudo sintomáticos, aún no se han aclarado completamente, pero parecería relacionado con un aumento antral en la secreción de gastrina, alterando potencialmente así la retroalimentación negativa sobre la secreción ácida.

Estudios:

Dos estudios doble ciego controlados con placebo en voluntarios sanos encontraron un efecto rebote con hipersecreción ácida después de suspender el tratamiento con IBP. Uno de los estudios muestra que aprox. el 40% de los sujetos tratados con IBP durante 8 semanas presentan dolor o malestar epigástrico, acidez o regurgitación durante las cuatro semanas tras suspender el tratamiento, en comparación con el 15% en el grupo placebo.

Características especiales del efecto rebote:

El efecto rebote se describe como proporcional a la duración del tratamiento y al grado de supresión de ácido. Puede persistir hasta 26 semanas después de suspender el tratamiento con IBP. Cuando esto ocurre los síntomas tienden a desaparecer en unas pocas semanas.

Interrupción en la práctica:

No se ha demostrado que ningún método específico para interrumpir el tratamiento con IBP sea eficaz y ningún enfoque es aceptado universalmente. Sin embargo, los autores proponen la siguientes recomendaciones:

- Los IBP deben prescribirse a la dosis más baja posible, durante la duración adecuada dependiendo de la condición de que se trate. En caso de tratamiento prolongado (> 2 meses), la interrupción debe ser con una reducción gradual del IBP durante unas semanas antes del cierre.

- Reducir a la mitad la dosis cada 2 semanas hasta obtener la dosis más débil posible.

- Suspender el tratamiento 2 semanas después.

- Alternativa de algunos autores: administrar en días alternos durante 2 semanas antes de la parada completa. Explicar al paciente la posibilidad de que aparezcan síntomas de rebote durante la abstinencia (dolor o malestar epigástrico, ardor de estómago y / o regurgitación).

Evitar reanudar los IBP ante los primeros signos recurrentes. Tomar transitoriamente un bloqueador H2 por la noche o una barrera antiácida para tratar de controlar estos síntomas.

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