jueves, 9 de julio de 2020

Ertugliflozina: Tratamiento oral para la diabetes tipo 2.

Ertugliflozina es un antidiabético oral en la clase de inhibidores de SGLT2 (inhibidores de cotransportadores 2 sodio-glucosa o gliflozinas) autorizada como monoterapia, cuando la metformina está contraindicada o mal tolerada, así como en combinación con otros antidiabéticos.
Modo de empleo.
La dosis recomendada es de 5mg una vez al día por vía oral por la mañana, con o sin comida. El tratamiento no debe iniciarse en pacientes con insuficiencia renal (TFGe <60 ml / min / 1,73 m2).
Eficacia.
- Tasa de HbA1c:
Con respecto a la eficacia antidiabética de la ertugliflozina, se publicaron 7 estudios con una duración de 52 semanas y un total de casi 5000 pacientes. En estos estudios, ertugliflozina redujo modestamente los niveles de HbA1c, pero significativamente más que placebo (disminución del 0.8% a 5 mg/día o disminución del 1.0% a 15 mg/día; placebo: disminución del 0.2%) tanto en monoterapia como coadministrado con metformina. También fue demostrada una caída significativa en combinación con sitagliptina en comparación con placebo. La efectividad de ertugliflozina disminuye con la función renal reducida.
- Complicaciones inducidas por la diabetes:
Queda por ver si la ertugliflozina también puede reducir las complicaciones de la diabetes y la enfermedad cardiovascular porque todavía no se ha realizado ningún estudio con estos puntos finales como objetivo.
- Peso corporal y presión arterial:
En los 7 estudios antes mencionados, ertugliflozina redujo el peso (2 a 3 kg) y disminuyó la presión arterial sistólica (hasta 5 mmHg, especialmente por debajo de la dosis diaria de 15 mg).
- Efectos adversos (EA):
Las principales reacciones adversas a los medicamentos son las micosis genitales (en> 10% de mujeres tratadas y alrededor del 4% de los hombres), hipoglucemia y aumento del Colesterol LDL. La diuresis osmótica y la glucosuria (con poliuria / polaquiuria) pueden conducir a hipovolemia e hipotensión ortostática, especialmente en pacientes con la función renal limitada, pacientes de edad avanzada y cuando toman diuréticos o fármacos antihipertensivos. Los EA renales se presentan principalmente en pacientes con insuficiencia renal moderada.
Los efectos adversos graves son cetoacidosis diabética. También se han observado un mayor número de amputaciones de las extremidades inferiores (principalmente dedos de los pies) con ertugliflozina (0.3% comparado con 0.1% en los grupos de control). Una complicación muy rara pero potencialmente mortal de las gliflozinas es la fascitis necrosante del perineo.
Consejos para el paciente.
Los pacientes deben ser educados sobre los signos de hipotensión/hipovolemia, especialmente en casos de enfermedades que causan pérdida de líquidos (por ejemplo, enfermedades gastrointestinales).
Debido a la alta tasa de amputación, también es importante señalar que deben realizarse cuidados de pedicura regulares. Como puede ocurrir cetoacidosis diabética manifestada por un cuadro clínico atípico en pacientes que toman ertugliflozina en los que la glucosa en sangre solo aumente moderadamente <250 mg/dl (<14 mmol/l), debe considerarse cuando aparecen síntomas no específicos como náuseas, vómitos, anorexia, dolor abdominal, sed exagerada, dificultad para respirar, confusión, cansancio o somnolencia.
Comentarios:
No se ha establecido la superioridad de la ertugliflozina sobre otros medicamentos antidiabéticos. Faltan, actualmente, buenos argumentos de por qué se debe prescribir preferiblemente ertugliflozina, por lo que algunos expertos desaconsejan su uso. Su uso como adyuvante también parece a lo sumo secundario y solo se justifica en pacientes con función renal normal.
Límites:
Ningún estudio ha comparado ertugliflozina directamente con otras gliflozinas. Además, aún faltan resultados de estudios sobre la seguridad cardiovascular a largo plazo de ertugliflozina.
Las preguntas también permanecen abiertas sobre su uso en pacientes pacientes de edad avanzada (≥ 75 años) e insuficiencia cardíaca.
Clin Pharmacokinet. 2020 Apr 27. doi: 10.1007/s40262-020-00875-1
Pharma-kritik 2018; 40 (9): 33-34
Arznei-telegramm 2018; (49): 51

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