Resumen
El asma es una patología respiratoria crónica de carácter inflamatorio que cursa con obstrucción variable y reversible del flujo aéreo con una alta prevalencia. El manejo individualizado es imprescindible dada la variabilidad de los síntomas, los tipos de tratamientos disponibles y el impacto clínico de la enfermedad. Se establecen seis escalones terapéuticos en función de la gravedad del paciente en los que la terapia farmacológica irá acompañada de educación sanitaria, control ambiental y tratamiento de las comorbilidades.
La base del tratamiento farmacológico son los corticoides inhalados en pauta fija, que pueden acompañarse de otros fármacos inhalados o sistémicos según la gravedad. Además, el uso de broncodilatadores de acción corta a demanda son necesarios según los síntomas. Uno de los problemas principales de la terapia inhalada es la incorrecta utilización de los dispositivos y la mala adherencia al tratamiento, que suponen los principales retos para los profesionales sanitarios.
La valoración del control del asma se hace a través de la evaluación de síntomas mediante cuestionarios, de las exacerbaciones, los ingresos y de la necesidad de corticoides sistémicos. Cuando el paciente no se controla con un tratamiento de mantenimiento de los peldaños más altos se habla de asma grave no controlada. En estos casos puede ser útil la determinación del fenotipo, ya que para pacientes con fenotipo alérgico o eosinofílica hay disponibles fármacos biológicos: omalizumab para el asma alérgica, y mepolizumab, reslizumab y benralizumab para el asma eosinofílica. Estos fármacos requieren el seguimiento de la atención hospitalaria, en coordinación estrecha con
la atención primaria para el control de los pacientes.
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