Especialista en Medicina Familiar y Comunitaria Unidad Docente Multiprofesional de Atención Familiar y Comunitaria «La Laguna-Tenerife Norte», Gerencia de Atención Primaria del Área de Salud de Tenerife. Santa Cruz de Tenerife Coordinador del Grupo de Trabajo de Medicina Basada en la Evidencia de la SOCAMFYC. Grupo de Trabajo de Medicina Basada en la Evidencia de la semFYC
Especialista en Medicina Familiar y Comunitaria Unidad Docente Multiprofesional de Atención Familiar y Comunitaria «La Laguna-Tenerife Norte», Gerencia de Atención Primaria del Área de Salud de Tenerife. Santa Cruz de Tenerife
Puntos clave
- La multimorbilidad y la complejidad sanitaria requieren superar los modelos centrados en enfermedades, que pueden ser insuficientes o perjudiciales.
- La atención centrada en la persona (ACP) aporta una visión más amplia de la enfermedad y facilita decisiones alineadas con los valores del paciente.
- El sobrediagnóstico y la promoción de la enfermedad obstaculizan la atención, generando yatrogenia y amenazando la sostenibilidad del sistema.
- La medicina mínimamente disruptiva (MMD) adapta el cuidado a la vida de las personas enfermas, reduciendo la carga del tratamiento y priorizando su bienestar.
Introducción
La prevalencia de la multimorbilidad y las enfermedades crónicas está aumentando, lo que lleva a un incremento de los costes, al uso de recursos y a la complejidad de los cuidados1. En el último siglo, se ha experimentado un predominio creciente de las enfermedades crónicas sobre las infecciosas2. Este cambio es especialmente evidente en Europa, donde el envejecimiento de la población ha dado lugar a una mayor proporción de personas que conviven con múltiples patologías crónicas de forma simultánea3. Esta situación de multimorbilidad y cronicidad, no solo plantea importantes desafíos clínicos, sino que también incrementa la carga asistencial, el uso de recursos sanitarios y los costes asociados a la atención2.
En el ámbito de la Atención Primaria (AP), este fenómeno se ha acentuado. La AP se señala como el principal escenario de atención para la mayoría de las personas con enfermedades crónicas4. Entre estas, destaca un grupo particularmente vulnerable identificado como pacientes «crónicos complejos»5. En ellas la coexistencia de multimorbilidad con factores ambientales, sociales y asistenciales opera y determina una situación de complejidad6. Esto conlleva un elevado impacto funcional y social, lo que se traduce en una mayor necesidad de cuidados, ingresos hospitalarios no planificados y exploraciones diagnósticas reiteradas, entre otros eventos adversos2. La atención de estos casos supone un desafío tanto para el sistema sanitario como para los propios pacientes y sus cuidadores, lo que en muchas ocasiones se traduce en trayectorias asistenciales tortuosas, prolongadas e inciertas2.
No hay comentarios:
Publicar un comentario