La incidencia de la diabetes tipo 2 de inicio temprano está aumentando, con un número creciente de casos que ocurren en niños, adolescentes y adultos jóvenes. Esta transición se debe principalmente a la creciente prevalencia de la obesidad en las poblaciones más jóvenes, especialmente en los países de ingresos altos. Sin embargo, la relación entre la obesidad y la diabetes tipo 2 de inicio temprano varía según los grupos étnicos, y algunas poblaciones exhiben un mayor riesgo con umbrales de IMC más bajos, posiblemente debido a las diferencias en la resistencia a la insulina y la función de las células β. Los factores socioeconómicos determinan aún más los patrones de enfermedad, ya que la diabetes tipo 2 de inicio temprano afecta de manera desproporcionada a las poblaciones de ingresos más bajos en entornos de ingresos altos, mientras que en los países de ingresos bajos y medianos, el desarrollo económico y la urbanización han contribuido a aumentar la incidencia entre los grupos más ricos. Las consecuencias de esta transición a la diabetes tipo 2 de inicio temprano son graves, con una progresión acelerada de la enfermedad, mayores riesgos de complicaciones microvasculares y macrovasculares, y considerables cargas sociales y de atención sanitaria en comparación con la enfermedad de inicio tardío. Dado el continuo aumento de la obesidad infantil y adolescente, se espera que la incidencia de la diabetes tipo 2 de inicio temprano aumente aún más, lo que ejercerá una presión cada vez mayor sobre los sistemas de atención de la salud en todo el mundo. En el primero de los tres artículos de esta serie, examinamos las tendencias globales en la incidencia y prevalencia de la diabetes tipo 2 de inicio temprano, identificamos los impulsores clave de esta transición al diagnóstico a edades más tempranas y revisamos la evidencia de los factores de riesgo tanto a nivel poblacional como individual.
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