Se recomienda la suplementación con vitamina D en adultos y niños sanos en determinadas situaciones clínicas, especificando las dosis propuestas. No se recomienda el análisis rutinario de los niveles de vitamina D en adultos y niños sanos.
La vitamina D regula la homeostasis ósea,1 y los estudios epidemiológicos sugieren que los niveles más bajos de vitamina D pueden estar asociados con un mayor riesgo de infecciones respiratorias crónicas, enfermedades cardiovasculares, neoplasias malignas y trastornos metabólicos. 2,3 Una mayor conciencia de los posibles beneficios para la salud asociados con niveles más altos de 25(OH)D ha dado lugar a pruebas y suplementos generalizados de vitamina D en la población general de los Estados Unidos. Sin embargo, no existe consenso sobre un valor umbral por debajo del cual se debe ofrecer a las personas suplementos de vitamina D. 3,4 En 2021, el Grupo de Trabajo de Servicios Preventivos de EE. UU. informó que no había pruebas suficientes para recomendar la detección rutinaria de la deficiencia de vitamina D en adultos asintomáticos. 4 Las tasas de deficiencia marcada de vitamina D (25[OH]D ≤12 ng/mL) varían según la raza y el grupo étnico, con tasas más altas en las personas asiáticas no hispanas (8%), negras no hispanas (18%) e hispanas (6%) en comparación con las personas blancas no hispanas (2%). 3
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