miércoles, 11 de diciembre de 2024

Se publicaron las nuevas guías de cuidado de la diabetes de la Asociación Americana de Diabetes 2025. ¿Qué recomendaciones dan en relación con alimentación y nutrición? ¿Qué dijeron Dice sobre el "peligrosísimo" pan?.

Hilo de Juan Camilo Mesa, @ElNutriDice

No mucho ha cambiado, salvo que ahora sí reconocen el ayuno intermitente como posible estrategia nutricional, aclarando que NO es superior a la clásica restricción calórica.

Sobre eso hemos hablado todo este año basados en revisiones umbrella y sistemáticas recientes.
Sobre la dieta cetogénica, nuevamente, aparece desaconsejada, sobre todo en pacientes tratados con inhibidores de SGLT2. Funcionaría mejor una dieta baja en carbohidratos, pero NO cetogénica. Las dietas mediterráneas y basadas en plantas serían las más aconsejables...
1. Verduras: especialmente las verduras que son de color verde oscuro, rojo y naranja; las frescas, congeladas o enlatadas con bajo contenido de sodio son todas opciones aceptables de verduras. 2. Legumbres: frijoles secos, arvejas, garbanzos y lentejas.
3. Frutas: especialmente toda la fruta fresca, congelada o enlatada en su propio jugo (o sin azúcar añadida) son opciones aceptables de frutas. Y ojo a la siguiente recomendación, señores anti-pan...
4. Alimentos integrales: donde sea culturalmente apropiado, las versiones de granos integrales de alimentos comúnmente consumidos, como panes o pastas 100% integrales y arroz integral. Cuando no sea culturalmente apropiado, enfóquese más en el control de porciones.
5. Alimentos con al menos 3 g de fibra por porción, lo que generalmente indica un alimento más alto en fibra. 6. El agua debe ser la bebida principal de elección.

7. Para las personas que no prefieren agua del grifo, las alternativas de cero calorías son la siguiente mejor opción. Las opciones incluyen añadir limón, lima o rodajas de pepino al agua; agua con sabor sin calorías o agua carbonatada sin calorías, etc.
8. Las proteínas de origen vegetal pueden incluir legumbres (por ejemplo, sojas, frijoles pintos, frijoles negros, garbanzos, guisantes secos y lentejas), nueces y semillas. 9. Las carnes y aves deben ser frescas, congeladas o enlatadas con bajo contenido de sodio y en formas magras (por ejemplo, pechuga de pollo y pavo molido).
10. Los pescados capturados de manera sostenible y saludables para el corazón, como el salmón, las sardinas y el verdel. Las versiones frescas, congeladas o enlatadas con bajo contenido de sodio son todas opciones aceptables.
11. Utilice hierbas (por ejemplo, albahaca, hinojo, menta, perejil, romero y tomillo) y especias (por ejemplo, canela, garam masala, jengibre, pimienta y cúrcuma) para sazonar los alimentos en lugar de sal o preparaciones con sal.
12. Incorpore cebollas, ajo, apio, zanahorias y otras verduras como base para preparar alimentos caseros. 13. Cocine con aceite vegetal (por ejemplo, canola y oliva) en lugar de grasas altas en grasas saturadas (por ejemplo, mantequilla, manteca, y aceite de coco).
14. Planificar las comidas organizando las comidas para la semana. También menciona hacer la compra de alimentos con una lista y cocinar en un día libre para tener comidas listas para calentar en el refrigerador o el congelador.
En conclusión, me parecen recomendaciones muy ajustadas a la evidencia más reciente. Link al extenso documento: diabetesjournals.org/care/issue/48/

Recomendaciones para el uso seguro de los medicamentos de alto riesgo en pediatría.

 https://www.seguridadpaciente.es



Medidcina Clinica. Hiperparatiroidismo en pacientes con baja densidad mineral ósea tratados con ácido zoledrónico o denosumab.

https://www.elsevier.es/es-revista-medicina-clinica

Objetivo

Analizar la prevalencia de elevación de la paratohormona (PTH) en pacientes tratados con ácido zoledrónico (AZ) o denosumab, su relación con otros parámetros y su repercusión en la densidad mineral ósea (DMO).

Métodos

Estudio observacional retrospectivo en pacientes con osteoporosis o con osteopenia y alto riesgo de fractura que han recibido denosumab o AZ durante al menos dos años. Se excluyeron del estudio los pacientes diagnosticados de hiperparatiroidismo o con filtrado glomerular<30ml/min en la visita basal.

Resultados

Se incluyeron 90 pacientes. El 54,44% se trataron con AZ. El 18,36% de los pacientes tratados con AZ presentaron niveles de PTH elevados en alguna ocasión frente al 36,58% de los pacientes tratados con denosumab (p>0,05). Los pacientes con PTH persistentemente elevada fueron 6,3% en el grupo de AZ y 19,51% en el de denosumab (p<0,04).

Encontramos una asociación inversa entre los niveles elevados de PTH, el filtrado glomerular (p=0,007), y el calcio corregido por albúmina (p <0,001). No encontramos asociación entre el hiperparatiroidismo y la evolución de la DMO.

Conclusiones

Se detectó una elevada incidencia de hiperparatiroidismo en pacientes tratados con AZ y sobre todo con denosumab. El hiperparatiroidismo se correlacionó inversamente con el filtrado glomerular y el calcio corregido por albúmina. La elevación de la PTH no parece influir en la evolución de la DMO a corto plazo.

(Med Clínica) Hiponatremia inducida por fármacos y posibles señales relacionadas: Análisis de 659 casos notificados al Sistema Español de Farmacovigilancia.

 https://www.elsevier.es/es-revista-medicina-clinicaIntroducción

Conocer qué fármacos pueden causar hiponatremia permitirá detectarla precozmente, prevenir complicaciones e individualizar la prescripción de estos fármacos.Objetivos

Identificar posibles nuevas señales de seguridad relacionadas con la hiponatremia y analizar los casos de hiponatremia notificados al Sistema Español de Farmacovigilancia de Medicamentos de Uso Humano (SEFV-H).

Método

Análisis descriptivo y de desproporcionalidad en la base de datos del SEFV H.

Resultados

Se encontraron 659 casos de sospechas de hiponatremia de origen medicamentoso (0,6% del total de la base de datos). Durante el periodo de 5 años estudiado, se produjo un aumento del 57% en el número de notificaciones de hiponatremia en España. La mayoría de los casos eran graves (93%), producidos en mujeres (63,7%) y en ancianos (71,9%). El tiempo transcurrido hasta la aparición de la enfermedad osciló entre 1 y 7.030 días (mediana, 79 días) y aproximadamente el 70% del total se produjo durante el primer año de tratamiento. Quinientos cuarenta y seis pacientes (82,9%) mostraron una recuperación completa tras la retirada del medicamento sospechoso. Diuréticos (en el 57,7% de los casos), antidepresivos (25%), fármacos que actúan sobre el sistema renina angiotensina (24%) y antiepilépticos (20,2%) fueron los medicamentos más frecuentemente implicados. Se ha observado una desproporción en la notificación de casi todos los fármacos más frecuentes, mayor en el caso de amilorida y oxcarbazepina. En relación con las nuevas señales de seguridad, el Reporting Odds Ratio (ROR) (IC 95%) fue estadísticamente significativa para: valsartán [7,7 (5,1-11,5)], olmesartán [7,3 (4,7-11,1)], amlodipino [3,4 (2,1-5,4)], pregabalina [2,5 (1,4-4.5)], irbesartán [18,6 (9,6-35,9)], paliperidona [2,7 (1,3-5,7)], ritonavir [2,4 (1,1-5,5)], atosibán [29,7 (8,6-102,2)], melfalán [9,7 (3,5-26,8)] y clozapina [4,4 (1,6-11,8)]. Estos principios activos no incluyen esta reacción en su ficha técnica y cumplen los criterios de la EMA para las señales de seguridad.

Conclusiones

Cada vez se notifican más casos de hiponatremia al SEFV-H. Esta puede ser grave y parece afectar con mayor frecuencia a mujeres mayores de 65 años que toman más de 1 medicamento. El tiempo de aparición varía y puede ser muy largo, por lo que la monitorización del paciente debe ser continua durante todo el tratamiento. Hidroclorotiazida es el fármaco con mayor número de casos notificados en nuestro medio. En términos de desproporción, los diuréticos encabezan la lista, seguidos de antiepilépticos como oxcarbazepina y eslicarbazepina. Se encontraron señales de seguridad para varios fármacos, más plausibles para pregabalina y paliperidona, por lo que se identifica una posible asociación entre estos fármacos y la hiponatremia/SIAD. Estas señales deben seguir estudiándose. Mientras tanto, los profesionales sanitarios deben prestar atención a esta posibilidad. La notificación de sospechas de reacciones adversas es esencial para comprender los riesgos asociados a los medicamentos una vez comercializados.


(J American Geriatrics Society) La carga anticolinérgica en pacientes con enfermedad renal crónica: patrones, factores de riesgo y vínculo con el deterioro cognitivo.

 https://agsjournals.onlinelibrary.wiley.com

Resumen Antecedentes Las personas con enfermedad renal crónica (ERC) tienen un riesgo elevado de deterioro cognitivo (DC). Los medicamentos con actividad anticolinérgica son reconocidos por sus reacciones adversas sobre el sistema nervioso central. La asociación putativa entre la carga anticolinérgica y el DC no se ha evaluado previamente en pacientes con ERC. El estudio tuvo como objetivo (i) describir las prescripciones de medicamentos con actividad anticolinérgica, (ii) analizar los factores asociados con estas prescripciones y (iii) evaluar la asociación de la carga anticolinérgica con el rendimiento cognitivo. Métodos CKD-REIN, un estudio de cohorte prospectivo, incluyó a pacientes ambulatorios de nefrología con un diagnóstico confirmado de ERC (TFGe <60 mL/min/1,73m2). Las prescripciones de medicamentos se registraron prospectivamente durante el seguimiento de 5 años. El Mini Mental State Examination (MMSE) se evaluó al inicio y el DC se definió como una puntuación en el MMSE <24/30. Para cada paciente, la carga anticolinérgica se determinó sumando las puntuaciones de la Carga Cognitiva Anticolinérgica (ACB) de todos los medicamentos recetados al inicio del estudio. Se utilizó una regresión logística multinomial para analizar los factores asociados con la puntuación ACB. Se utilizó una regresión logística para evaluar la asociación entre el deterioro cognitivo y la carga anticolinérgica al inicio del estudio. Resultados Al inicio del estudio, 3007 pacientes (edad media [RIC], 69 [60–76]; 65 % hombres) tenían datos del MMSE y fueron incluidos. 1549 (52 %) de estos pacientes tomaban al menos un medicamento con propiedades anticolinérgicas. La mayoría (1092; 70 %) tenían una carga anticolinérgica baja, 294 (19 %) tenían una carga anticolinérgica moderada y 163 (11 %) tenían una carga anticolinérgica alta. Antecedentes de trastornos neurológicos/psiquiátricos y un mayor número de fármacos diarios se asociaron con una mayor probabilidad de tener una carga anticolinérgica elevada (odds ratio (OR) [intervalo de confianza del 95% (IC 95%)] = 1,88[1,29;2,74] y 1,53[1,45;1,61], respectivamente). Los pacientes con una carga anticolinérgica elevada tuvieron una probabilidad significativamente mayor de presentar deterioro cognitivo, en comparación con los pacientes sin carga anticolinérgica (OR[IC 95%] = 1,76[1,12;2,75]) tras ajustar por factores sociodemográficos, comorbilidades, datos de laboratorio y el número de medicamentos tomados diariamente. Conclusiones Los resultados de nuestro estudio enfatizan la necesidad de precaución en la prescripción de fármacos con propiedades anticolinérgicas a pacientes con ERC. Puntos clave Las personas con enfermedad renal crónica (ERC) tienen un riesgo elevado de deterioro cognitivo. Los medicamentos con actividad anticolinérgica son conocidos por sus reacciones adversas sobre el sistema nervioso central. La asociación putativa entre la carga anticolinérgica y el deterioro cognitivo no se ha evaluado previamente en pacientes con ERC. En nuestro estudio de una cohorte de pacientes con ERC moderada a grave (dos tercios de los cuales tenían más de 65 años), los fármacos anticolinérgicos se prescribieron con frecuencia y persistieron durante todo el período de seguimiento. Los pacientes con una alta carga anticolinérgica tuvieron puntuaciones significativamente más bajas en el Mini Mental State Examination (MMSE) y una probabilidad significativamente mayor de presentar deterioro cognitivo que los pacientes sin carga anticolinérgica.