Eficacia y seguridad comparativas de atorvastatina frente a rosuvastatina.

Se detectaron diferencias en variables estudiadas, pero no fueron estadísticamente significativas.

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La rosuvastatina y la atorvastatina son las estatinas de intensidad moderada a alta que se recetan con más frecuencia. Sin embargo, la evidencia sobre su eficacia y seguridad durante el uso real es limitada.

Objetivo:

Comparar la eficacia y seguridad en el mundo real de rosuvastatina y atorvastatina.

Diseño:

Estudio de cohorte de comparación activa utilizando emulación de ensayo objetivo.

Configuración:

Las bases de datos del Sistema de Datos Renales de China (CRDS) y del Biobanco del Reino Unido (UKB).

Participantes:

Adultos a quienes se les prescribe recientemente rosuvastatina o atorvastatina.

Medidas:

El resultado primario fue la mortalidad por todas las causas. Se utilizaron regresiones de riesgos proporcionales de Cox después de un emparejamiento por puntaje de propensión multinivel 1:1.

Resultados:

Entre los 285 680 participantes elegibles en ambas bases de datos, la mortalidad por todas las causas a los 6 años fue menor para rosuvastatina que para atorvastatina (2,57 frente a 2,83 por 100 personas-año en la base de datos CRDS y 0,66 frente a 0,90 por 100 personas-año en la base de datos UKB), con diferencias en la incidencia acumulada de −1,03% (IC del 95%, −1,44% a −0,46%) en la base de datos CRDS y −1,38% (IC, −2,50% a −0,21%) en la base de datos UKB. Para los resultados secundarios en ambas bases de datos, rosuvastatina confirió menores riesgos de eventos cardiovasculares adversos importantes y resultados hepáticos adversos importantes. En la base de datos UKB, el riesgo de desarrollar diabetes mellitus tipo 2 fue mayor con rosuvastatina, y los dos medicamentos conllevaron riesgos similares de desarrollar enfermedad renal crónica y otros efectos adversos relacionados con las estatinas.

Limitación:

Posible confusión residual.

Conclusión:

Este estudio encontró diferencias en los riesgos de algunos resultados importantes asociados con la rosuvastatina y la atorvastatina. Las diferencias fueron relativamente pequeñas y muchas no cumplieron con los estándares tradicionales de significación estadística. Se necesitan más investigaciones para entender si estos hallazgos se pueden utilizar con confianza en la práctica clínica.