La enfermedad del hígado graso no alcohólico (NAFLD) y la esteatohepatitis no alcohólica (NASH) no son términos intercambiables
La enfermedad del hígado graso no alcohólico se refiere a un espectro de enfermedades que van desde la esteatosis hepática hasta la EHNA, una afección en la que la acumulación de grasa provoca inflamación y lesiones en los hepatocitos que conducen a la cirrosis.1,2 La enfermedad del hígado graso no alcohólico se diagnostica en ausencia de causas alternativas como el consumo sustancial de alcohol ( > 20 g/d para mujeres, > 30 g/d para hombres), otras enfermedades hepáticas o medicamentos.La prevalencia mundial de NAFLD es del 25 % y va en aumento
La esteatosis hepática progresa a NASH en el 20% de los pacientes, de los cuales el 20% desarrollará cirrosis NASH.4 La enfermedad del hígado graso no alcohólico es la segunda causa principal de enfermedad hepática en etapa terminal y cáncer de hígado primario.1 Los principales factores de riesgo son la obesidad, la dislipidemia, la diabetes mellitus tipo 2 y síndrome metabólico.
No se recomienda la detección de NAFLD; por lo general, llama la atención debido a las aminotransferasas hepáticas elevadas o al hallazgo incidental de esteatosis hepática en las imágenes
Las investigaciones iniciales con pruebas de laboratorio y ultrasonografía hepática deben centrarse en identificar causas alternativas para explicar los hallazgos incidentales (Apéndice 1, disponible en www.cmaj.ca/lookup/doi/10.1503/cmaj.221650/tab-related-content). Las evaluaciones e intervenciones para reducir el riesgo cardiovascular y manejar las comorbilidades comúnmente asociadas deben realizarse al mismo tiempo.
Los pacientes con NAFLD o con alto riesgo de fibrosis deben someterse a una estadificación no invasiva para la fibrosis
Los pacientes con alto riesgo incluyen aquellos con diabetes tipo 2, síndrome metabólico y familiares de primer grado con cirrosis asociada a NAFLD.1–4 Los médicos deben evaluar el riesgo con el índice Fibrosis-4 (FIB-4), una puntuación que utiliza la edad y los valores de laboratorio. . Los pacientes con una puntuación FIB-4 baja (< 1,3 durante 36 a 65 años y < 2,0 durante > 65 años) pueden tratarse en atención primaria y volver a evaluarse cada 2 años.1–3 Aquellos con una puntuación indeterminada deben estratificarse por riesgo adicional en atención primaria con elastografía transitoria para evaluar la fibrosis. Si la elastografía transitoria muestra un riesgo intermedio o alto de fibrosis, es necesaria la derivación a atención especializada. Una puntuación FIB-4 alta requiere elastografía, además de la derivación a un especialista.
La pérdida de peso es la terapia primaria y más eficaz para NAFLD2,4
La pérdida de peso del 5 % mejora la esteatosis, y la pérdida de peso superior al 10 % puede hacer retroceder la fibrosis y la EHNA.
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