viernes, 19 de julio de 2019

Fármacos km.0. Lecturas de verano.

No nos engañemos, más allá del 15 de julio Madrid no es un paraíso. Si estás en la ciudad no es por placer, sino  porque tanto los días libres como la cuenta corriente son limitadas, porque te aterra más la posibilidad de veranear en temporada alta o simplemente porque  no has salido airoso en los pactos vacacionales de los centros de salud.
Te daremos algunos motivos por lo que preferirás descartar cualquier excursión por la órbita del Kilómetro Cero, para permanecer entre los soplidos de tu ventilador o aire acondicionado leyendo algunas de las novedades que recomendamos.
Si pretendías acercarte a alguna presa de un río, poza o pantano, te recordamos que una cianobacteria domina el Manzanares, por lo que quizá será mejor explorar el Microcosmos con el boletín del Infac sobre duración de tratamiento antiinfeccioso o el del SESCAM sobre infecciones odontogéncias.
Tomar el sol en piscinas públicas o privadas son sólo opciones si se ha leído antes la entrada del blog de SEFAP sobre fotosensibilidad de medicamentos y sobretodo si tenemos una gran tolerancia a los gritos y a las aglomeraciones.   Además la excusa de sintetizar vitamina D queda un poco obsoleta desde que conocimos la entrada de Rincón de Sísifo.
Apelar al séptimo arte tampoco es solución. La pobreza de la cartelera estival te incitará a complementar la proyección de la película con montañas de snacks, golosinas y otros dulces, aumentando la probabilidad de engrosar las filas de  hiperglucémicos de la región. Es científico: el cine palomitero puede originar gangrena de Fournier, tal como apuntan los compañeros valencianos de Hemos Leído. También convendría revisar el paso de análogos de insulina de insulina humana que se realiza en Quid pro quo,  o las conclusiones del ensayo de canagliflozina Credence publicado en este mismo espacio.  Los  más pejigueros podrán contribuir a redactar el manuscrito final del documento sobre diabetes de la Subdirección de Farmacia de Madrid.
Contemplar las vistas de la ciudad con luz del atardecer desde las azoteas emblemáticas, tampoco es aconsejable, sobretodo si eres tendente a la melancolía o te cuestionas planteamientos filosóficas.  Si son las eternas preguntas existenciales, contamos con la reciente  guía de cuidados paliativos, el Servicio Extremeño de Salud, los nuevos criterios STOPP-PAL sobre medicamentos proscritos en estos pacientes.  Si la reflexión está más ligada al paso implacable del tiempo  y la senectud, desde Canadá nos alertan sobre el exceso de dosis de gabapentinoides y desde Australia la combinación de antipsicóticos y riesgos de fracturas de cadera.
Tampoco nos salvarán San Cayetano, San Lorenzo o la Virgen de la Paloma.  Por una parte los castizos bocadillos de gallinejas y entresijos que toman en estas fiestas pueden afectar nuestros niveles de ácido úrico. El algoritmo de desprescripción de alopurinol  y la suspicacia que nos genera febuxostat desde que se difundió su alerta de seguridad, nos aboca a la dieta estricta.  Y por otro lado,  su repertorio verbenero  de schotis y  pasodoble, tras pasar por  el rock, pop y disco ha desembocado en el más puro reggaetón. Momento para recordarnos que como torpes bailarines del perreo  nuestro papel se debe centrar más en el ritmo sinusal que en el musical.  Para lo primero contamos con el resumen, otra vez de SEFAP, de la asociación de fármacos antiarrítmicos y la pregunta  PREEVID sobre la utilización de antidepresivos en fibrilación auricular.
En definitiva Madrid en verano no es Baden Baden.

Carlos Barreda. Farmacéutico de atención primaria

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