En base a la información que proporcionan guías de práctica clínica (GPC)(1-4) y sumarios de evidencia de reciente actualización(5-7), en un paciente anticoagulado con apixaban (u otro de los nuevos anticoagulantes orales [NACO] o anticoagulantes orales directos) se sugiere no interrumpir el tratamiento si el paciente se ha de someter a una intervención dental con bajo riesgo de sangrado (incluyendo la extracción de 1-3 dientes, la incisión y drenaje de absceso dental, la cirugía periodontal o la colocación de implantes), adoptando medidas de hemostasia local y evitando factores favorecedores de la hemorragia (como la exposición a anti-inflamatorios no esteroideos, AINEs).
No obstante, se comenta en los documentos consultados que la carencia de evidencia clínica directa y de experiencia clínica impiden establecer conclusiones firmes sobre los efectos de la continuación o la interrupción de un NACO en pacientes que se someten a tratamientos dentales invasivos. En general, se debería evaluar de forma individualizada el balance entre los riesgos y beneficios potenciales (según el tipo de intervención concreta y las características clínicas específicas del paciente) y decidir la actuación terapéutica a adoptar de forma consensuada con el paciente.
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