miércoles, 14 de noviembre de 2018

Fosfomicina trometamol en cistitis aguda no complicada en mujeres sanas.

  • La forma más frecuente de infección del tracto urinario es la cistitis aguda no complicada (CAnC) que se presenta en mujeres sanas no embarazadas y se caracteriza por la presencia de disuria de inicio agudo, urgencia miccional y polaquiuria.
  • La fosfomicina trometamol en una dosis única de 3 g es uno de los antibióticos de primera línea en el tratamiento empírico de las CAnC en mujeres.
  • Seleccionar cuidadosamente el antibiótico y su dosificación es una medida importante en la lucha contra las resistencias de los microorganismos a los antibióticos.

Las infecciones del tracto urinario (ITU) constituyen, después de las respiratorias, el segundo grupo en importancia de infecciones extrahospitalarias y son una causa frecuente de consulta en la atención primaria. Según el tramo del tracto urinario afectado se clasifican en: 1) ITU de vías bajas como la cistitis y 2) ITU de vías altas como la pielonefritis. También se clasifican según factores de riesgo pronóstico en: 1) ITU no complicada y 2) ITU complicada. Las ITU complicadas son las que presentan alguno de los factores siguientes: diabetes mellitus, embarazo, antecedente de pielonefritis en el último año, síntomas desde hace ≥7 días, patógeno multirresistente, infección nosocomial, insuficiencia renal, obstrucción del tracto urinario, sondaje vesical, nefrostomía, instrumentación reciente del tracto urinario, anormalidad anatómica o funcional del tracto urinario, antecedente de ITU en la infancia, trasplante renal o inmunodepresión. La forma más frecuente de ITU es la cistitis aguda no complicada (CAnC) que se limita a las cistitis que afectan a las mujeres sanas, jóvenes, no embarazadas, definidas por la manifestación de disuria de inicio agudo, urgencia miccional y polaquiuria.
La CAnC en mujeres en nuestro entorno es una patología de incidencia elevada (un 37% de las mujeres sufrirá al menos un episodio de CAnC en su vida) y su tratamiento desde la atención primaria es prescribir un antibiótico de forma empírica. La mayoría de CAnC son monomicrobianas y el agente patógeno más frecuente es Escherichia coli (70%-90%), seguida por Staphylococcus saprophyticus (5%-15%). Otros microorganismos menos prevalentes son especies de enterobacterias como Klebsiella pneumoniae y Proteus mirabilis.
Se ha detectado en varios contextos (urgencias hospitalarias, centros de urgencias de atención primaria (CUAP) y atención primaria) que la CAnC en mujeres se trata con dos dosis de fosfomicina trometamol 3 g, mientras que las guías recientes de la Asociación Europea de Urología y de la Asociación Española de Urología recomiendan el tratamiento de fosfomicina trometamol en una dosis única. En mujeres posmenopáusicas con CAnC, aunque se puede utilizar el tratamiento en dosis única de 3 g, la experiencia publicada en este colectivo es escasa.
La fosfomicina trometamol es uno de los antibióticos de primera línea en el tratamiento empírico de las CAnC en mujeres, que está autorizada en esta indicación en una dosis única de 3 g. Es un agente bactericida, que no se metaboliza y que se excreta sin modificarse por la orina. Hay que evitar su uso en pacientes con insuficiencia renal grave (FG < 10 mL/min). Se recomienda administrar la fosfomicina trometalmol en ayunas, ya que la comida puede disminuir su absorción.
Se administra en una dosis única de 3 g, que mantiene niveles de antibiótico en orina durante tres días, por lo que se favorece el cumplimiento terapéutico, se evita el abandono y por lo tanto la aparición de recidivas y la selección de resistencias. Para minimizar la sensación de las pacientes de que pueden estar infratratadas con una dosis única de antibiótico, es importante explicarles que los síntomas pueden tardar dos o tres días en desaparecer después de haberse tomado el medicamento.
La fosfomicina, además de ser un agente seguro y efectivo para tratar las ITU, tiene un perfil de baja resistencia, es bien tolerada y con pocos efectos secundarios (generalmente leves), ofrece una administración en dosis única y alcanza unas altas tasas de curación (> 90%) microbiológicas y clínicas.
En el año 2016, 201.745 mujeres con diagnóstico de CAnC atendidas por los equipos de atención primaria fueron tratadas con más de una dosis de fosfomicina trometamol. De estas mujeres, el 31% tuvieron más de un episodio de CAnC (datos de atención primaria del registro de Conjunto Mínimo Básico de Datos (CMBD-AP) del Servicio Catalán de la Salud-CatSalut).
Seleccionar cuidadosamente el antibiótico es una medida importante en la lucha contra las resistencias de los microorganismos en los antibióticos, ya que éste es un fenómeno cada vez más frecuente y altamente preocupante, como por ejemplo el incremento de la resistencia de Escherichia coli en las quinolonas (como el norfloxacino y el ciprofloxacino, principalmente entre los pacientes mayores de 65 años) y en la amoxicilina/ácido clavulánico.
En conclusión la fosfomicina trometamol en dosis única de 3 g es uno de los antibióticos de primera línea en el tratamiento empírico de las CAnC en mujeres. No estaría indicado en este caso el tratamiento con fosfomicina trometamol 3 g en dos dosis ya que aumenta el riesgo de sufrir efectos secundarios, no hay evidencia de su beneficio e incrementa el coste del tratamiento. Esta última posología se tendría que reservar para el tratamiento de infecciones del tracto urinario complicadas y/o en un contexto específico individualizado.

http://essencialsalut.gencat.cat/es/detalls/Article/fosfomicina_trometamol_cistitis

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