En base a guías de práctica clínica (GPC)(1-3) y sumarios de evidencia(4-7)
se debería realizar una evaluación urológica en todo paciente
microhematuria asintomática (MHA) en el que se han descartado causas
benignas de la hematuria. Dicha evaluación debería abarcar todo el
tracto urinario y consistiría en la realización de una cistoscopia y
una prueba de imagen radiológica en todo paciente > 35-40 años o,
independientemente de la edad, en pacientes con factores de riesgo de
malignidad. En pacientes jóvenes y sin factores de riesgo, la cistoscopia podría ser opcional.
En cuanto a la prueba de imagen de elección, la mayoría de los
documentos aboga por la realización de una urografía por tomografía
computarizada (TC) multifase (sin y con contraste intravenoso [IV]). No
obstante, otro planteamiento sería realizar una ecografía renal si se trata de un paciente joven (< 35 años) y sin otros factores de riesgo de patología urológica maligna;
según este planteamiento la urografía por TC se realizaría sólo en
pacientes con factores de riesgo, en el caso de hallazgos positivos con
los ultrasonidos o en el caso de que persista la microhematuria tras una
evaluación inicial normal. Por otro lado, los documentos coinciden en no recomendar la citología urinaria en el proceso de evaluación urológica inicial del paciente con MHA; podría ser de utilidad en pacientes con síntomas o alto riesgo de malignidad con el objetivo de confirmar el diagnóstico.
http://www.murciasalud.es/preevid.php?op=mostrar_pregunta&id=22387&idsec=453
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