La vertebroplastia consiste en la
inyección de cemento óseo acrílico en las vértebras fracturadas. Fue
introducida en Francia en 1984, inicialmente para tratar depósitos
tumorales dolorosos. Se extendió en los noventa en EEUU para el
tratamiento de las fracturas por compresión de origen osteoporótico, y
de ahí a todo el mundo.
Desde entonces, sus efectos beneficiosos, riesgos y coste-efectividad han sido motivo de controversia.Se
comenta el ensayo clínico de Firanescu et al-102616, cuyos resultados
confirman que para aliviar el dolor la vertebroplastia no es más eficaz
que la inyección de anestésico local en la misma región (la falsa
intervención del grupo control). Tampoco fue efectiva para la
incapacidad ni para mejorar la calidad de vida.Ambos
tratamientos (vertebroplastia e inyección de anestésico local) fueron
igualmente eficaces, de manera que parece preferible el anestésico
local, más barato, probablemente más seguro e igualmente eficaz.Los
resultados indican que no se debe ofrecer vertebroplastia a los
pacientes con menos de tres fracturas vertebrales por osteoporosis de
menos de 6-9 semanas de duración. Una reciente revisión sistemática de
la Colaboración Cochrane llegó a las mismas conclusiones.Sin
embargo los resultados no informan sobre la opción preferible en
pacientes con dolor que persiste más allá de nueve semanas, en los que
las razones de esta persistencia pueden ser múltiples. A pesar de ello,
para la mayoría de los pacientes el tratamiento inicial debe ser
conservador.
Davies E. No more vetebroplasty for acute vertebral compression fractures?
British Medical Journal (BMJ)
9 de mayo 2018
Volumen 361 página(s) k1756
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