viernes, 11 de mayo de 2018

Docencia Rafalafena. Medicalización, formación e independencia

Por Maria José Monedero.
Actualmente estamos inmersos en un contexto social en el que se ha desplazado al campo de la medicina la búsqueda de explicaciones y de soluciones a todo tipo de dificultades inherentes a la realidad subjetiva y social de los individuos, es lo que se denomina “medicalización” que consiste en convertir un conflicto personal o social en un problema médico que necesita ser abordado por los profesionales de la salud y a ser posible con uno, o mejor varios, medicamentos. Y es que hacer creer a la población que tiene una enfermedad puede ser una sustanciosa fuente de ingresos
Sabemos también que los profesionales sanitarios, los médicos, son importantes agentes medicalizadores pero en mi opinión son los mercados ( industria farmacéutica (IF), alimentaria, tecnológica, compañías privadas de seguros, etc) los más importantes agentes causantes de la medicalización siendo su afán de lucro, el principal objetivo
En un interesante artículo publicado en 2008 por Francisca Zapater, Habilidades para no medicalizar (FMC 2008; 15(10):672-677), ya se indicaba que uno de los requisitos imprescindibles para frenar la medicalización era trabajar con independencia de la Industria farmacéutica
Se sabe también que los efectos de la exposición a la información provista por la IF se asocia con la utilización de más medicamentos, más caros y con perfiles prescriptores de menor calidad http://journals.plos.org/plosmedicine/article?id=10.1371/journal.pmed.1000352
Sin embargo
En un reciente y acertado artículo publicado en FMC por Abel Novoa podemos leer que
  • La salud se ha convertido en un sector económico y social de primera magnitud, con unas previsiones de crecimiento de la demanda y por tanto, de volumen de negocio
  • En España, los residentes no reciben ninguna formación específica sobre las estrategias comerciales de la IF
  • Los responsables de formar a los profesionales sobre los conflictos de interés, pueden estar paralizados por sus propios conflictos de interés
  • Las pruebas del daño que produce sobre los residentes el contacto con la IF son muy claras
Por tanto, y en mi opinión, en una época que empezamos a ver esperanzadores brotes verdes en forma de Congresos y actividades libres de humos comerciales, deberíamos ir un poco más alla, deberíamos dar otra vuelta de tuerca introduciendo actividades formativas tanto en pregrado como en posgrado sobre medicalización e influencia de la IF en la misma, “regular” ( incompatibilidad?) la dedicación a la docencia en cualquier sentido y la relación con la IF y limitar/prohibir la relación de los profesionales en formación con la IF sea en forma de regalos, comidas o financiación de cualquier actividad docente o formativa.

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