martes, 15 de marzo de 2016
¿Está justificada la artroscopia de rodilla en pacientes de mediana edad o mayores?. POR JUAN ANTONIO ALONSO.
Mariano tiene 61 años, es cartero y hace 4 meses que el dolor en su rodilla izquierda le dificulta su trabajo. ¿Sería una artroscopia de rodilla la solución a su problema?
Estudio principal
Esta es la última revisión sistemática que aborda este tema
Este estudio analiza beneficios (dolor y función) y riesgos (trombosis venosa profunda, infección, embolismo pulmonar, tromboembolismo y muerte) de la menisectomía artroscópica en pacientes de mediana edad o mayores, independientemente de que haya cambios degenerativos radiográficos.
Conclusión
La artroscopia de rodilla en pacientes de mediana edad o mayores ofrece pequeños beneficios intrascendentes limitados en el tiempo y ausentes al año o dos años tras la cirugía. Considerados en conjunto con los riesgos de la cirugía, la evidencia de la literatura actual NO APOYA la práctica de cirugía artroscópica de rodilla en pacientes de mediana edad o mayores con o sin signos de artrosis.
Otros artículos relacionados
Conclusión: evidencia moderada que sugiere que no hay beneficio menisectomía parcial artroscópica por rotura meniscal degenerativa, comparado con tratamiento no quirúrgico o cirugía placebo en pacientes con o sin artrosis asociada
Conclusión: Hay nivel de evidencia “oro” de que el desbridamiento artroscópico no tiene beneficio en gonartrosis
Conclusión: en pacientes de edad media, la artroscopia de rodilla asociada a fisioterapia no es superior a la misma fisioterapia aislada. Aunque un tercio de pacientes con fisioterapia sóla, siguió con dolor y mejoró tras menisectomía parcial.
Conclusión: alto nivel de de cirugía artroscópica [de rodilla] inapropiada e ineficaz en muchas áreas de Escocia
Conclusión: No hay diferencias significativas entre menisectomía artroscópica y ejercicios de fortalecimiento en relación a alivio de dolor, mejora de función y aumento de satisfacción tras dos años de seguimiento.
BENDITA EVIDENCIA
¿Está justificada la artroscopia de rodilla en pacientes de mediana edad o mayores?
No. La evidencia científica actual no apoya la práctica de cirugía artroscópica de rodilla en este grupo de pacientes.
3 clics. Anticatarrales en niños, mejor no
7SETmanal (08/03/2016)
El uso de anticatarrales (antitusivo, mucolíticos y otros) está desaconsejado en menores de 6 años y su uso en edad pediátrica es controvertido por su poca eficacia y el riesgo de efectos secundarios y de ingesta accidental. En este estudio realizado en Asturias se detectó un elevado número de prescripciones de anticatarrales, que en más del 80% de los casos fue inadecuada por estar hecha fuera de ficha técnica o por no tener indicación clínica.
Los anticatarrales son fármacos de uso controvertido por su dudosa eficacia terapéutica y el riesgo potencial de intoxicaciones en la edad pediátrica. En países como Gran Bretaña y Holanda se desaconseja su uso en menores de 6 años y la dispensación libre está prohibida.
Este estudio transversal, descriptivo y retrospectivo se hizo en Asturias con el objetivo de conocer el perfil de prescripción de anticatarrales en una consulta de pediatría de atención primaria y valorar su adecuación.
Se analizaron 424 anticatarrales (16,4% de las prescripciones registradas) prescritos en 2.659 consultas realizadas por procesos respiratorios a 1.889 pacientes diferentes. De éstos, 249 fueron antitusivo, 155 mucolíticos y 20 clasificados en otros. El diagnóstico más frecuente asociado al uso de anticatarrales, según el código CIAP-1, fue R74 (infección aguda de las vías respiratorias superiores) en el 72,8% de los casos, seguido de R05 (tos) en el 8 , 7%. La media de edad de los pacientes que recibieron anticatarrales fuiste de 5 años.
El 85,1% de las prescripciones de anticatarrales se consideró inadecuada, 82,8% en la prescripción asociada al diagnóstico infección aguda de las vías respiratorias superior y 73% de las prescripciones por tos. En el 11,6% de los casos la prescripción se realizó fuera de ficha técnica, sobre todo para el uso por debajo de los 2 años, edad límite autorizada. El 99,4% de los mucolíticos / otros y el 75,1% de los antitusígeno se consideraron inadecuados por falta de indicación clínica, ya que los anticatarrales no están indicados en caso de asma, bronquiolitis, bronquitis aguda, gripe, laringitis aguda , neumonía, otitis media serosa, sinusitis aguda y tos ferina. Todas las prescripciones realizadas en pacientes menores de 6 años se consideraron inadecuadas.
Estudios previos han mostrado que la ingesta accidental de anticatarrales por parte de menores de 4 años es un motivo de consulta frecuente como intoxicación en urgencias de pediatría.
El subgrupo de fármacos anticatarrales más prescrito en el estudio fueron los antitusígenos. El líder fue la cloperastina, con acción central y antihistamínica, cuya eficacia no ha sido suficientemente estudiada en pediatría. El segundo fármaco más prescrito fue el dextrometorfano, un fármaco seguro, en general, pero sin eficacia demostrada para la tos y en cambio se ha detectado su uso recreativo en niños mayores y adolescentes en muchos países. La Asociación Americana de Pediatría no recomienda el uso de dextrometorfano en niños.
Resulta preocupante el elevado número de prescripciones de anticatarrales en edad pediátrica y el elevado porcentaje de prescripciones inadecuadas en nuestro medio. En procesos respiratorios agudos que, en general son benignas y auto-limitados, es necesario asegurar que los niños reciban el tratamiento más adecuado y, en caso de ser farmacológico, que el medicamento tenga un perfil beneficio-riesgo favorable.
El uso de anticatarrales (antitusivo, mucolíticos y otros) está desaconsejado en menores de 6 años y su uso en edad pediátrica es controvertido por su poca eficacia y el riesgo de efectos secundarios y de ingesta accidental. En este estudio realizado en Asturias se detectó un elevado número de prescripciones de anticatarrales, que en más del 80% de los casos fue inadecuada por estar hecha fuera de ficha técnica o por no tener indicación clínica.
Los anticatarrales son fármacos de uso controvertido por su dudosa eficacia terapéutica y el riesgo potencial de intoxicaciones en la edad pediátrica. En países como Gran Bretaña y Holanda se desaconseja su uso en menores de 6 años y la dispensación libre está prohibida.
Este estudio transversal, descriptivo y retrospectivo se hizo en Asturias con el objetivo de conocer el perfil de prescripción de anticatarrales en una consulta de pediatría de atención primaria y valorar su adecuación.
Se analizaron 424 anticatarrales (16,4% de las prescripciones registradas) prescritos en 2.659 consultas realizadas por procesos respiratorios a 1.889 pacientes diferentes. De éstos, 249 fueron antitusivo, 155 mucolíticos y 20 clasificados en otros. El diagnóstico más frecuente asociado al uso de anticatarrales, según el código CIAP-1, fue R74 (infección aguda de las vías respiratorias superiores) en el 72,8% de los casos, seguido de R05 (tos) en el 8 , 7%. La media de edad de los pacientes que recibieron anticatarrales fuiste de 5 años.
El 85,1% de las prescripciones de anticatarrales se consideró inadecuada, 82,8% en la prescripción asociada al diagnóstico infección aguda de las vías respiratorias superior y 73% de las prescripciones por tos. En el 11,6% de los casos la prescripción se realizó fuera de ficha técnica, sobre todo para el uso por debajo de los 2 años, edad límite autorizada. El 99,4% de los mucolíticos / otros y el 75,1% de los antitusígeno se consideraron inadecuados por falta de indicación clínica, ya que los anticatarrales no están indicados en caso de asma, bronquiolitis, bronquitis aguda, gripe, laringitis aguda , neumonía, otitis media serosa, sinusitis aguda y tos ferina. Todas las prescripciones realizadas en pacientes menores de 6 años se consideraron inadecuadas.
Estudios previos han mostrado que la ingesta accidental de anticatarrales por parte de menores de 4 años es un motivo de consulta frecuente como intoxicación en urgencias de pediatría.
El subgrupo de fármacos anticatarrales más prescrito en el estudio fueron los antitusígenos. El líder fue la cloperastina, con acción central y antihistamínica, cuya eficacia no ha sido suficientemente estudiada en pediatría. El segundo fármaco más prescrito fue el dextrometorfano, un fármaco seguro, en general, pero sin eficacia demostrada para la tos y en cambio se ha detectado su uso recreativo en niños mayores y adolescentes en muchos países. La Asociación Americana de Pediatría no recomienda el uso de dextrometorfano en niños.
Resulta preocupante el elevado número de prescripciones de anticatarrales en edad pediátrica y el elevado porcentaje de prescripciones inadecuadas en nuestro medio. En procesos respiratorios agudos que, en general son benignas y auto-limitados, es necesario asegurar que los niños reciban el tratamiento más adecuado y, en caso de ser farmacológico, que el medicamento tenga un perfil beneficio-riesgo favorable.
Suárez-Castañón C, Modroño-Riaño G, López-Vilar P, Martínez-Blanco J, Iglesias-Cabo T, Solís-Sánchez G.
[Use of cold and cough medications prescribed in Primary Care clinics for children less than 14 years].
Anales de pediatria (Barcelona, Spain : 2003).
2016 Jan;
84
(1)
:10-7.
link
Geriatría CHN. De la pastilla, a la zapatilla.
Desde la primera semana de marzo los pacientes que reciben el alta en el
servicio de Geriatría del Complejo Hospitalario de Navarra (CHN) y
aquellos que vayan a la consulta de esta especialidad saldrán de ella,
además de con el tratamiento farmacológico que les corresponda, con una
prescripción individualizada de ejercicio físico acorde a su situación
funcional. “Creemos que es lo más relevante que podemos hacer muchas
veces para retrasar el deterioro que tienen estos pacientes, que al
final en los ancianos es lo que marca su calidad de vida, que estos
enfermos se mantengan en una situación funcional lo más óptima posible”,
afirmó el geriatra Álvaro Casas Herrero.
http://www.noticiasdenavarra.com/2016/03/14/sociedad/navarra/geriatria-del-chn-comienza-a-prescribir-ejercicio-fisico-a-todos-sus-pacientes
http://www.noticiasdenavarra.com/2016/03/14/sociedad/navarra/geriatria-del-chn-comienza-a-prescribir-ejercicio-fisico-a-todos-sus-pacientes
3 clics. Vitamina D a dosis altas, no gracias
7SETmanal (10/03/2016)
Este ensayo clínico aleatorizado comparó la efectividad del tratamiento con dosis convencionales de suplementos de vitamina D con dos pautas de suplementos a dosis elevadas en pacientes mayores no institucionalizados con riesgo de caídas. El tratamiento a dosis elevadas fue más efectivo a la hora de aumentar los niveles de vitamina D en sangre pero se asoció a un mayor riesgo de caídas y no mostró beneficios en la capacidad funcional de los pacientes.
Aunque muchos estudios han intentado evaluar la efectividad de la suplementación con vitamina D, las evidencias al respecto son contradictorias y poco concluyentes.
Este ensayo clínico aleatorizado y doble ciego realizado en Suiza, seleccionó una muestra de 200 pacientes mayores de 70 años no institucionalizados y con un antecedente de caída en el último año que no presentaran problemas de movilidad ni deterioro cognitivo (test Minimental de al menos 27 puntos). Se excluyeron los pacientes que estaban en tratamiento con dosis superiores a 800UI / día de vitamina D o que no quisieran cambiar su tratamiento habitual con calcio y vitamina D para entrar en el estudio.
Los pacientes se incluyeron en uno de los tres grupos de tratamiento: el grupo 1 (grupo control) recibió 24.000UI de vitamina D3 en dosis única mensual (equivalente a 800UI / día), el grupo 2 recibió 60.000UI de vitamina D3 en dosis única mensual (equivalente a 2.000UI / día) y el grupo 3 recibió 24.000UI de vitamina D3 en dosis única mensual y 300μg de Calcifediol, un metabolito de la vitamina D de 2 a 3 veces más potente. Se utilizaron presentaciones de placebo en todos los grupos de manera que todos tomaron las mismas cápsulas y soluciones orales. Se realizó seguimiento durante 12 meses con 3 visitas clínicas (0, 6 y 12 meses) y seguimiento telefónico mensual para valorar la presencia de caídas y de efectos adversos y la adherencia al tratamiento.
La edad media de la muestra fue de 78 años y la proporción de mujeres fue del 67%. En el 42% de los pacientes los niveles de vitamina D fueron correctos (> 20ng / mL), en el 58% se detectó una deficiencia de vitamina D (<20ng / mL) y en el 13% una deficiencia severa (<10ng / mL). No se observaron diferencias entre los 3 grupos en cuanto a las características basales de los pacientes.
Los niveles de vitamina D en sangre que se alcanzaron con los tratamientos a dosis elevadas (grupos 2 y 3) y el porcentaje de pacientes con niveles> 30ng / mL de vitamina D en sangre fueron superiores a los del grupo control de manera estadísticamente significativa . Sin embargo, el análisis estratificado mostró que estas diferencias porcentuales sólo se mantenían en el caso de los pacientes que presentaban un déficit basal de vitamina D.
No se observaron diferencias estadísticamente significativas entre los 3 grupos en cuanto a la mejora de la capacidad funcional de las extremidades inferiores (variable principal) evaluada mediante la Short Physical Performance Battery (SPPB), una escala que mide el equilibrio, la velocidad de la marcha y el tiempo necesario para levantarse y sentarse en una silla varias veces.
Sin embargo, se constató un aumento estadísticamente significativo en el riesgo de caídas en los grupos 2 y 3 respecto al grupo control. Durante el período de seguimiento, un 66.9% (IC 95% 54.4% -77.5%) de los pacientes del grupo 2 y un 66.1% de los pacientes del grupo 3 (IC 95% 53.5% -76.8%) presentaron algún episodio de caída y la media de caídas fue de 1:47 para el grupo 2 y de 01:24 para el grupo 3. en cambio, en el grupo control un 47.9% (IC 95% 35.8% -60.3%) de los pacientes cayeron y el promedio de caídas fue de 0.94.
El efecto del tratamiento fue similar independientemente de los niveles basales de vitamina D en sangre en cuanto a la capacidad funcional y la incidencia de caídas. Los pacientes con niveles basales de vitamina D correctas que siguieron el tratamiento con dosis de 60.000UI mensuales presentaron el mayor riesgo de caídas, siendo la media de 1.65. Los participantes que alcanzaron unos niveles más elevados de vitamina D en sangre (44.7-98.9ng / mL) fueron los que presentaron el mayor riesgo de caídas en comparación con los que alcanzaron niveles más bajos (21.3-30.3ng / mL ).
Así pues, este estudio sugiere que, a pesar de que el tratamiento con dosis elevadas de vitamina D3 produce un aumento superior en los niveles de vitamina D en sangre, no mejora la capacidad funcional y puede producir un aumento significativo en el riesgo de fracturas. Por otra parte, también parece indicar que este efecto deletéreo puede ser más importante en los pacientes que alcancen niveles más elevados de vitamina D en sangre.
Estos resultados concuerdan con los de algunos ensayos previos. Sin embargo, son necesarias más evidencias de calidad para aclarar qué dosis de suplementos de vitamina D pueden ser o no recomendables y qué grupos de pacientes se pueden beneficiar. Algunos de los estudios realizados hasta ahora sugieren que las dosis mensuales en bolus podrían tener un efecto negativo en la función muscular y las caídas pero este es un aspecto aún no clarificado.
A la luz de estos resultados, parece prudente seguir aconsejando en las personas mayores una dieta variada que asegure una ingesta mínima de vitamina D y evitando el tratamiento con suplementos farmacológicos. En el caso de los pacientes con déficits severos que estén en tratamiento con suplementos de vitamina D, parece recomendable mantener el tratamiento a las dosis habituales, monitorizando el paciente hasta alcanzar unos niveles aceptables y no demasiado elevados de vitamina D en sangre.
Este ensayo clínico aleatorizado comparó la efectividad del tratamiento con dosis convencionales de suplementos de vitamina D con dos pautas de suplementos a dosis elevadas en pacientes mayores no institucionalizados con riesgo de caídas. El tratamiento a dosis elevadas fue más efectivo a la hora de aumentar los niveles de vitamina D en sangre pero se asoció a un mayor riesgo de caídas y no mostró beneficios en la capacidad funcional de los pacientes.
Aunque muchos estudios han intentado evaluar la efectividad de la suplementación con vitamina D, las evidencias al respecto son contradictorias y poco concluyentes.
Este ensayo clínico aleatorizado y doble ciego realizado en Suiza, seleccionó una muestra de 200 pacientes mayores de 70 años no institucionalizados y con un antecedente de caída en el último año que no presentaran problemas de movilidad ni deterioro cognitivo (test Minimental de al menos 27 puntos). Se excluyeron los pacientes que estaban en tratamiento con dosis superiores a 800UI / día de vitamina D o que no quisieran cambiar su tratamiento habitual con calcio y vitamina D para entrar en el estudio.
Los pacientes se incluyeron en uno de los tres grupos de tratamiento: el grupo 1 (grupo control) recibió 24.000UI de vitamina D3 en dosis única mensual (equivalente a 800UI / día), el grupo 2 recibió 60.000UI de vitamina D3 en dosis única mensual (equivalente a 2.000UI / día) y el grupo 3 recibió 24.000UI de vitamina D3 en dosis única mensual y 300μg de Calcifediol, un metabolito de la vitamina D de 2 a 3 veces más potente. Se utilizaron presentaciones de placebo en todos los grupos de manera que todos tomaron las mismas cápsulas y soluciones orales. Se realizó seguimiento durante 12 meses con 3 visitas clínicas (0, 6 y 12 meses) y seguimiento telefónico mensual para valorar la presencia de caídas y de efectos adversos y la adherencia al tratamiento.
La edad media de la muestra fue de 78 años y la proporción de mujeres fue del 67%. En el 42% de los pacientes los niveles de vitamina D fueron correctos (> 20ng / mL), en el 58% se detectó una deficiencia de vitamina D (<20ng / mL) y en el 13% una deficiencia severa (<10ng / mL). No se observaron diferencias entre los 3 grupos en cuanto a las características basales de los pacientes.
Los niveles de vitamina D en sangre que se alcanzaron con los tratamientos a dosis elevadas (grupos 2 y 3) y el porcentaje de pacientes con niveles> 30ng / mL de vitamina D en sangre fueron superiores a los del grupo control de manera estadísticamente significativa . Sin embargo, el análisis estratificado mostró que estas diferencias porcentuales sólo se mantenían en el caso de los pacientes que presentaban un déficit basal de vitamina D.
No se observaron diferencias estadísticamente significativas entre los 3 grupos en cuanto a la mejora de la capacidad funcional de las extremidades inferiores (variable principal) evaluada mediante la Short Physical Performance Battery (SPPB), una escala que mide el equilibrio, la velocidad de la marcha y el tiempo necesario para levantarse y sentarse en una silla varias veces.
Sin embargo, se constató un aumento estadísticamente significativo en el riesgo de caídas en los grupos 2 y 3 respecto al grupo control. Durante el período de seguimiento, un 66.9% (IC 95% 54.4% -77.5%) de los pacientes del grupo 2 y un 66.1% de los pacientes del grupo 3 (IC 95% 53.5% -76.8%) presentaron algún episodio de caída y la media de caídas fue de 1:47 para el grupo 2 y de 01:24 para el grupo 3. en cambio, en el grupo control un 47.9% (IC 95% 35.8% -60.3%) de los pacientes cayeron y el promedio de caídas fue de 0.94.
El efecto del tratamiento fue similar independientemente de los niveles basales de vitamina D en sangre en cuanto a la capacidad funcional y la incidencia de caídas. Los pacientes con niveles basales de vitamina D correctas que siguieron el tratamiento con dosis de 60.000UI mensuales presentaron el mayor riesgo de caídas, siendo la media de 1.65. Los participantes que alcanzaron unos niveles más elevados de vitamina D en sangre (44.7-98.9ng / mL) fueron los que presentaron el mayor riesgo de caídas en comparación con los que alcanzaron niveles más bajos (21.3-30.3ng / mL ).
Así pues, este estudio sugiere que, a pesar de que el tratamiento con dosis elevadas de vitamina D3 produce un aumento superior en los niveles de vitamina D en sangre, no mejora la capacidad funcional y puede producir un aumento significativo en el riesgo de fracturas. Por otra parte, también parece indicar que este efecto deletéreo puede ser más importante en los pacientes que alcancen niveles más elevados de vitamina D en sangre.
Estos resultados concuerdan con los de algunos ensayos previos. Sin embargo, son necesarias más evidencias de calidad para aclarar qué dosis de suplementos de vitamina D pueden ser o no recomendables y qué grupos de pacientes se pueden beneficiar. Algunos de los estudios realizados hasta ahora sugieren que las dosis mensuales en bolus podrían tener un efecto negativo en la función muscular y las caídas pero este es un aspecto aún no clarificado.
A la luz de estos resultados, parece prudente seguir aconsejando en las personas mayores una dieta variada que asegure una ingesta mínima de vitamina D y evitando el tratamiento con suplementos farmacológicos. En el caso de los pacientes con déficits severos que estén en tratamiento con suplementos de vitamina D, parece recomendable mantener el tratamiento a las dosis habituales, monitorizando el paciente hasta alcanzar unos niveles aceptables y no demasiado elevados de vitamina D en sangre.
Bischoff-Ferrari HA, Dawson-Hughes B, Orav EJ, Staehelin H, Meyer OW, Theiler R, Dick W, Willett WC, Egli A.
Monthly High-Dose Vitamin D Treatment for the Prevention of Functional Decline: A Randomized Clinical Trial.
JAMA Intern Med.
2016 Jan;
4
:1-10.
link
(AFP) ¿Qué fármacos reducen mortalidad en diabetes mellitus tipo 2?
Lista de medicamentos que reducen la mortalidad y no sólo reduceHbA1C:dapaglifozina,ramipril,metformina
La metformina tiene un beneficio de mortalidad probada para todos los pacientes con diabetes tipo 2, incluso los pacientes con insulina. La metformina es tan beneficioso que un reciente artículo de AFP resume las recomendaciones de la interrupción sólo tienen en cuenta que si la TFG de un paciente es inferior a 44 ml / min, no necesariamente sólo porque la creatinina es> 1,5 en hombres o> 1,4 en las mujeres como se pensaba anteriormente.
Ramipril y el combo de perindopril e indapamida se ha demostrado específicamente para ayudar a los diabéticos tipo 2, y un meta-análisis de 2014 sugiere que este beneficio es un generalizables a toda la clase de los inhibidores de la ECA. También, inhibidores de la ECA tienen un beneficio en la mortalidad clara en los diabéticos que tienen nefropatía diabética, aunque sólo a dosis máximas toleradas y no la llamada "dosis más bajas de protección renal".
http://afpjournal.blogspot.com.es/2016/03/what-medications-lower-mortality-in.html
La metformina tiene un beneficio de mortalidad probada para todos los pacientes con diabetes tipo 2, incluso los pacientes con insulina. La metformina es tan beneficioso que un reciente artículo de AFP resume las recomendaciones de la interrupción sólo tienen en cuenta que si la TFG de un paciente es inferior a 44 ml / min, no necesariamente sólo porque la creatinina es> 1,5 en hombres o> 1,4 en las mujeres como se pensaba anteriormente.
Ramipril y el combo de perindopril e indapamida se ha demostrado específicamente para ayudar a los diabéticos tipo 2, y un meta-análisis de 2014 sugiere que este beneficio es un generalizables a toda la clase de los inhibidores de la ECA. También, inhibidores de la ECA tienen un beneficio en la mortalidad clara en los diabéticos que tienen nefropatía diabética, aunque sólo a dosis máximas toleradas y no la llamada "dosis más bajas de protección renal".
http://afpjournal.blogspot.com.es/2016/03/what-medications-lower-mortality-in.html
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