martes, 30 de agosto de 2016

DICAF: Pérdida de cabello inducida por fármacos.

http://www.prescrire.org/Fr/SummaryDetail.aspx?Issueid=387 
La revue Prescrire 2016; 36 (387): 20-24
Entre otras muchas causas posibles, algunos tratamientos farmacológicos pueden estar implicados en el proceso de la pérdida de cabello. Los medicamentos más frecuentemente implicados son los anticancerígenos, interferones, antifúngicos azoles, litio e inmunosupresores; aunque otras clases farmacológicas también pueden estar involucradas.
La producción de pelo por los folículos pilosos es un proceso cíclico que comprende 3 fases: la fase de crecimiento que dura de 2 a 6 años, en la que se encuentran aproximadamente el 90% de los cabellos que se tienen en un momento dado; la fase de reposo, con duración de unas 3 semanas, aproximadamente el 1% de los cabellos; y la fase de caída que se prolonga por periodo de 2 a 3 meses, e involucra al 10% de nuestros cabellos.
Cualquier pérdida de cabello debe tenerse en cuenta pues son muchas las personas que acusan esta problemática con, en ocasiones, importante afectación psicológica. Si se da pérdida de cabello debe tenerse en cuenta que el consumo de ciertos medicamentos puede ser una posible causa. Los fármacos pueden interferir el ciclo capilar de distintas formas, ya sea induciendo sincronización de las distintas fases del ciclo, lo que puede causar pérdida de cabello a los 2-3 meses después de comenzar el tratamiento, o por alteración del equilibrio hormonal, principalmente androgénico. La pérdida de cabello inducida por fármacos puede ser temprana o tardía, repentina o progresiva, difusa o localizada, y generalmente reversible con la discontinuación del tratamiento aunque no siempre es el caso.
Los medicamentos para el tratamiento del cáncer, a menudo implican una pérdida masiva y repentina de cabello. Entre estos destacan los agentes alquilantes (por ejemplo, ciclofosfamida, ifosfamida), taxanos (paclitaxel, docetaxel), eribulina y las antraciclinas (doxorubicina, epirubicina); también existe constancia de posible alopecia con paclitaxel y docetaxel en pacientes tratadas por cáncer de mama. Otro grupo de medicamentos relacionados con la pérdida de pelo son los interferones, situación que se da en entre el 7% y el 30% de los pacientes, aunque suele ser una pérdida moderada y reversible, causando alopecia difusa o en placas. Los antifúngicos azólicos también exponen a una pérdida de cabello reversible, especialmente durante tratamientos prolongados y en dosis altas, así como muchos inmunosupresores como leflunomida, o anti-TNF alfa, aunque en el caso concreto de ciclosporina y tacrolimus el efecto de exposición es una elevada presencia de vello facial y en las extremidades, raramente alopecia. El litio induce también la pérdida de cabello que suele tener lugar semanas o meses después del inicio de la toma; el cabello normalmente vuelve a crecer, incluso si la administración de litio se ha continuado, pero a veces esto sólo ocurre después de suspender el tratamiento.
Otros fármacos que también pueden estar involucrados, pero en menor medida, son algunos tratamientos hormonales, la vitamina A y los retinoides, diversos fármacos cardiovasculares (verapamil, nifedipina, beta-bloqueantes, inhibidores de la enzima convertidora de la angiotensina, bloqueadores alfa, amiodarona), antidepresivos (por ejemplo, fluoxetina, venlaflaxina, la agomelatina), antiepilépticos, anti-infecciosos (boceprevir, nitrofurantoína, la cloroquina o mefloquina), y anticoagulantes (heparina, especialmente durante el uso prolongado y vitamina K), entre otros.

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