Los
adultos que utilizan marihuana tienen más riesgos de presentar
trastornos por consumo de alcohol y drogas, incluida la dependencia a
la nicotina, según demuestra una nueva investigación.
“Los médicos deben evaluar sistemáticamente el consumo de marihuana de sus pacientes. A quienes utilizan cannabis, sobre todo los que la consumen con intensidad, se les debe efectuar vigilancia estrecha y remitir para tratamiento cuando sea necesario; también es preciso advertirles sobre los riesgos de presentar trastornos por consumo de drogas”, dijo a Medscape Medical News, el investigador principal Dr. Mark Olfson, MPH, Instituto Psiquiátrico Estatal de Nueva York, Departamento de Psiquiatría, College of Physicians and Surgeons of Columbia University, Ciudad de Nueva York.
“Las actitudes hacia la mariguana, tanto medicinal como recreativa, se han modificado bastante en los últimos años y este nuevo estudio advierte sobre los riesgos subestimados que vinculan la utilización de marihuana con el abuso de drogas y la dependencia subsiguientes”, añadió el Dr. Carlos Blanco, PhD, del National Institute on Drug Abuse, en Bethesda, Maryland.
El estudio fue publicado en versión electrónica el 17 de febrero en JAMA Psychiatry.
Grandes riesgos
Los investigadores analizaron el consumo de marihuana y el riesgo que tiene para la salud mental y los trastornos por consumo de sustancias en una muestra nacionalmente representativa de 34.653 adultos estadounidenses (47,9% del género masculino) que participaron en la Encuesta Epidemiológica Nacional sobre Alcohol y Trastornos Relacionados. Se les entrevistó en 2001-2002 (ronda 1) y de nuevo 3 años más tarde, en 2004-2005 (ronda 2).
“Lo que indujo a este análisis es el incremento reciente en la utilización y el abuso de marihuana en Estados Unidos, que ha aumentado a casi el doble en la última década y que probablemente aumentará más dado el entorno legal cambiante”, dijo el Dr. Olfson.
En el análisis de regresión múltiple, la utilización de cannabis en la ronda 1, que fue notificada por 1279 adultos, se relacionó en grado significativo con trastornos por consumo de sustancias en la ronda 2 pero no con trastornos afectivos o por ansiedad.
Tabla. Probabilidades de trastornos psiquiátricos con el consumo de cannabis.
El Dr. Olfson dijo que estaba “un poco sorprendido” de que
no hubiese un incremento en el riesgo de presentación de trastornos
afectivos y por ansiedad a consecuencia del consumo de cannabis. “Creo
que todavía es posible que si hubiésemos contado con una muestra un
poco más joven, podríamos haber identificado un perfil diferente, ya
que el periodo más temprano de riesgo de aparición de estos problemas
es en la edad adulta temprana”, dijo a Medscape Medical News.
El Dr. Blanco dijo que estaba “un poco sorprendido pues pensaba que el consumo de cannabis iba afectar a todos los trastornos, pero al parecer es más específico de trastornos por drogas y alcohol”.
Aunque el estudio no pudo documentar una relación causal entre la utilización de cannabis y el inicio de trastornos por uso de sustancias, “estos desenlaces psiquiátricos adversos deben tomarse muy en cuenta en la atención clínica y en la planificación de las políticas”, señalan los autores en su artículo.
“Las autoridades deben analizar y considerar los posibles efectos adversos de la marihuana sobre los riesgos de que se presenten problemas de abuso de drogas y de alcohol. En estados en los que la leyes sobre la marihuana permiten el consumo recreativo de esta droga, las autoridades y los funcionarios de salud pública debieran establecer medios de vigilancia y comunicar este riesgo así como otros posibles perjuicios relacionados con el cannabis”, dijo el Dr. Olfson.
“Sabemos que el consumo de marihuana se ha relacionado con una gama de trastornos psiquiátricos, pero uno de los problemas en estos estudios es que nunca se sabe si el cannabis por sí solo está ocasionando los trastornos psiquiátricos o problemas como impulsividad para utilizar la droga, lo que también puede incrementar el riesgo de trastornos psiquiátricos de manera independiente. En este estudio, utilizamos técnicas estadísticas para tratar de aislar los efectos de la utilización de cannabis”, dijo el Dr. Blanco.
“Lo importante del estudio fue proporcionar información objetiva a las autoridades de manera que puedan tomar en cuenta los riesgos de cannabis y sopesarlos al toma decisiones. Con base en la investigación que se ha realizado, existe relativamente escasa evidencia sobre las ventajas de utilizar cannabis, y este estudio muy convincentemente demuestra que su consumo conlleva grandes riesgos, aun con dosis relativamente bajas, como una vez al mes”.
El estudio fue respaldado por la Agency for Healthcare Research and Quality y el New York State Psychiatric Institute. Los autores refieren no tener conflictos de interés económico pertinentes.
“Los médicos deben evaluar sistemáticamente el consumo de marihuana de sus pacientes. A quienes utilizan cannabis, sobre todo los que la consumen con intensidad, se les debe efectuar vigilancia estrecha y remitir para tratamiento cuando sea necesario; también es preciso advertirles sobre los riesgos de presentar trastornos por consumo de drogas”, dijo a Medscape Medical News, el investigador principal Dr. Mark Olfson, MPH, Instituto Psiquiátrico Estatal de Nueva York, Departamento de Psiquiatría, College of Physicians and Surgeons of Columbia University, Ciudad de Nueva York.
“Las actitudes hacia la mariguana, tanto medicinal como recreativa, se han modificado bastante en los últimos años y este nuevo estudio advierte sobre los riesgos subestimados que vinculan la utilización de marihuana con el abuso de drogas y la dependencia subsiguientes”, añadió el Dr. Carlos Blanco, PhD, del National Institute on Drug Abuse, en Bethesda, Maryland.
El estudio fue publicado en versión electrónica el 17 de febrero en JAMA Psychiatry.
Grandes riesgos
Los investigadores analizaron el consumo de marihuana y el riesgo que tiene para la salud mental y los trastornos por consumo de sustancias en una muestra nacionalmente representativa de 34.653 adultos estadounidenses (47,9% del género masculino) que participaron en la Encuesta Epidemiológica Nacional sobre Alcohol y Trastornos Relacionados. Se les entrevistó en 2001-2002 (ronda 1) y de nuevo 3 años más tarde, en 2004-2005 (ronda 2).
“Lo que indujo a este análisis es el incremento reciente en la utilización y el abuso de marihuana en Estados Unidos, que ha aumentado a casi el doble en la última década y que probablemente aumentará más dado el entorno legal cambiante”, dijo el Dr. Olfson.
En el análisis de regresión múltiple, la utilización de cannabis en la ronda 1, que fue notificada por 1279 adultos, se relacionó en grado significativo con trastornos por consumo de sustancias en la ronda 2 pero no con trastornos afectivos o por ansiedad.
Tabla. Probabilidades de trastornos psiquiátricos con el consumo de cannabis.
Trastorno
|
Oportunidades relativas (intervalo de confianza del 95%)
|
Cualquier trastorno por consumo de sustancias |
6,2 (4,1 – 9,4) |
Cualquier trastorno por consumo de alcohol |
2,7 (1,9 – 3,8) |
Cualquier trastorno por consumo de cannabis |
9,5 (6,4 – 14,1) |
Cualquier trastorno por consumo de otra droga |
2,6 (1,6 – 4,4) |
Cualquier dependencia a la nicotina |
1,7 (1,2 – 2,4) |
Cualquier trastorno afectivo |
1,1 (0,8 – 1,4) |
Cualquier trastorno por ansiedad |
0,9 (0,7 – 1,1) |
El Dr. Blanco dijo que estaba “un poco sorprendido pues pensaba que el consumo de cannabis iba afectar a todos los trastornos, pero al parecer es más específico de trastornos por drogas y alcohol”.
Aunque el estudio no pudo documentar una relación causal entre la utilización de cannabis y el inicio de trastornos por uso de sustancias, “estos desenlaces psiquiátricos adversos deben tomarse muy en cuenta en la atención clínica y en la planificación de las políticas”, señalan los autores en su artículo.
“Las autoridades deben analizar y considerar los posibles efectos adversos de la marihuana sobre los riesgos de que se presenten problemas de abuso de drogas y de alcohol. En estados en los que la leyes sobre la marihuana permiten el consumo recreativo de esta droga, las autoridades y los funcionarios de salud pública debieran establecer medios de vigilancia y comunicar este riesgo así como otros posibles perjuicios relacionados con el cannabis”, dijo el Dr. Olfson.
“Sabemos que el consumo de marihuana se ha relacionado con una gama de trastornos psiquiátricos, pero uno de los problemas en estos estudios es que nunca se sabe si el cannabis por sí solo está ocasionando los trastornos psiquiátricos o problemas como impulsividad para utilizar la droga, lo que también puede incrementar el riesgo de trastornos psiquiátricos de manera independiente. En este estudio, utilizamos técnicas estadísticas para tratar de aislar los efectos de la utilización de cannabis”, dijo el Dr. Blanco.
“Lo importante del estudio fue proporcionar información objetiva a las autoridades de manera que puedan tomar en cuenta los riesgos de cannabis y sopesarlos al toma decisiones. Con base en la investigación que se ha realizado, existe relativamente escasa evidencia sobre las ventajas de utilizar cannabis, y este estudio muy convincentemente demuestra que su consumo conlleva grandes riesgos, aun con dosis relativamente bajas, como una vez al mes”.
El estudio fue respaldado por la Agency for Healthcare Research and Quality y el New York State Psychiatric Institute. Los autores refieren no tener conflictos de interés económico pertinentes.
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