Este ensayo clínico muestra que, en los pacientes mayores con rotura del manguito de los rotadores de origen no traumático, el tratamiento quirúrgico (con acromioplàstia sola o acromioplàstia asociada a reparación del manguito) no mejora los resultados obtenidos con la rehabilitación. De momento, en este grupo de pacientes, parece aconsejable recomendar un tratamiento conservador.
La ruptura del manguito de los rotadores es un problema de salud muy prevalente en la población mayor de 60 años y es una causa frecuente de dolor y limitación funcional del hombro. Se han propuesto varios tratamientos para esta patología, principalmente la fisioterapia y el tratamiento quirúrgico, pero no está claro cuál es su efectividad.
En este ensayo clínico aleatorizado se seleccionó una muestra de 180 hombros de 173 pacientes mayores de 55 años diagnosticados de ruptura total no traumática del tendón supraespinoso mediante resonancia magnética (RMN). Se excluyeron los pacientes con historia de trauma al inicio de la sintomatología, roturas en otros tendones pertenecientes al manguito, rigidez o artrosis de la articulación glenohumeral, antecedentes de cirugía previa en la misma hombro o de patologías que pudieran afectar el curso de la enfermedad.
Los pacientes fueron asignados a una de las tres intervenciones: fisioterapia sola (grupo 1), acromioplàstia y fisioterapia (grupo 2) y acromioplàstia junto con reparación del tendón y fisioterapia (grupo 3). El tratamiento rehabilitador consistía en una intervención por parte de un fisioterapeuta, que entregaba recomendaciones escritas y guiaba al paciente sobre cómo hacer los ejercicios en casa a lo largo de 6 meses, asociado a la realización de 10 sesiones de fisioterapia en un centro ambulatorio. En los pacientes del grupo 2 y 3, el tratamiento rehabilitador iniciaba posteriormente a la cirugía y, en el grupo 3, los pacientes también se sometían a un periodo de inmovilización del hombro de 3 semanas previo a la fisioterapia. Se realizó seguimiento de los pacientes a los 3, 6, 12 y 24 meses. Finalmente se pudieron analizar los datos de 167 hombros.
El análisis de los datos se realizó por intención de tratar. Debido a la naturaleza de las intervenciones, no fue posible el cegamiento de los médicos / SSES, los pacientes ni del personal evaluador, excepto el de los radiólogos que revisaban las RMN.
La media de edad de los pacientes fue de 65 años y los 3 grupos fueron comparables en cuanto a sus variables demográficas. Para comparar los resultados de las tres intervenciones, se midieron los cambios en la media de la escala Constante (variable principal), los cambios en la escala visual analógica del dolor (EVA), la satisfacción de los pacientes y el tamaño de la ruptura del tendón mediante RMN. La escala Constante es una suma de 4 subescalas, que incluye el dolor, las actividades de la vida diaria (AVD), el rango de movilidad y la fuerza. Su puntuación máxima es de 100 puntos y se consideran clínicamente relevantes, cambios de 10 puntos como mínimo. No se encontraron diferencias estadísticamente significativas entre los tres grupos, para ninguna de las variables analizadas excepto en el tamaño de la ruptura tendinosa, que fue menor en el grupo 3. En el grupo 1, el cambio en la escala de constante fue de 18.4 puntos (IC 95% 14.2-22.6), en el grupo 2 fue de 20.5 puntos (IC 95% 16.4-24.6) y en el grupo 3 de 22.6 puntos (IC 95% 18.4-26.8). Aunque en las subescalas de dolor y AVD, las diferencias sí que presentaron significación estadística a favor de los tratamientos quirúrgicos, estas fueron clínicamente poco relevantes y la puntuación global diluyó efecto. A esto se suma que tampoco se encontraron diferencias entre los grupos en cuanto a la disminución del dolor medida con el EVA.
En el análisis de costes se confirmó que el tratamiento del grupo 2 y del grupo 3 fue más caro que el del grupo 1, llegando a ser el acromioplàstia con reparación del tendón casi el doble de cara que la fisioterapia sola (5104 euros vs 9.185 euros según los precios dentro del sistema público de salud finlandés en 2013).
El único ensayo clínico publicado previamente sobre este tema mostró diferencias estadísticamente significativas a favor del tratamiento quirúrgico pero hay que tener en cuenta que estas no fueron clínicamente relevantes y que la muestra incluyó un 57% de pacientes con rotura tendinosa de origen traumàtic2 .
Por tanto, las evidencias que tenemos hasta ahora muestran que en pacientes mayores con ruptura total no traumática del tendón supraespinoso, la cirugía (ya sea acromioplàstia sola o asociada a la reparación tendinosa) no ofrece beneficios respecto a la fisioterapia sola. De momento, parece aconsejable seguir recomendando el tratamiento conservador en este grupo de pacientes.
La ruptura del manguito de los rotadores es un problema de salud muy prevalente en la población mayor de 60 años y es una causa frecuente de dolor y limitación funcional del hombro. Se han propuesto varios tratamientos para esta patología, principalmente la fisioterapia y el tratamiento quirúrgico, pero no está claro cuál es su efectividad.
En este ensayo clínico aleatorizado se seleccionó una muestra de 180 hombros de 173 pacientes mayores de 55 años diagnosticados de ruptura total no traumática del tendón supraespinoso mediante resonancia magnética (RMN). Se excluyeron los pacientes con historia de trauma al inicio de la sintomatología, roturas en otros tendones pertenecientes al manguito, rigidez o artrosis de la articulación glenohumeral, antecedentes de cirugía previa en la misma hombro o de patologías que pudieran afectar el curso de la enfermedad.
Los pacientes fueron asignados a una de las tres intervenciones: fisioterapia sola (grupo 1), acromioplàstia y fisioterapia (grupo 2) y acromioplàstia junto con reparación del tendón y fisioterapia (grupo 3). El tratamiento rehabilitador consistía en una intervención por parte de un fisioterapeuta, que entregaba recomendaciones escritas y guiaba al paciente sobre cómo hacer los ejercicios en casa a lo largo de 6 meses, asociado a la realización de 10 sesiones de fisioterapia en un centro ambulatorio. En los pacientes del grupo 2 y 3, el tratamiento rehabilitador iniciaba posteriormente a la cirugía y, en el grupo 3, los pacientes también se sometían a un periodo de inmovilización del hombro de 3 semanas previo a la fisioterapia. Se realizó seguimiento de los pacientes a los 3, 6, 12 y 24 meses. Finalmente se pudieron analizar los datos de 167 hombros.
El análisis de los datos se realizó por intención de tratar. Debido a la naturaleza de las intervenciones, no fue posible el cegamiento de los médicos / SSES, los pacientes ni del personal evaluador, excepto el de los radiólogos que revisaban las RMN.
La media de edad de los pacientes fue de 65 años y los 3 grupos fueron comparables en cuanto a sus variables demográficas. Para comparar los resultados de las tres intervenciones, se midieron los cambios en la media de la escala Constante (variable principal), los cambios en la escala visual analógica del dolor (EVA), la satisfacción de los pacientes y el tamaño de la ruptura del tendón mediante RMN. La escala Constante es una suma de 4 subescalas, que incluye el dolor, las actividades de la vida diaria (AVD), el rango de movilidad y la fuerza. Su puntuación máxima es de 100 puntos y se consideran clínicamente relevantes, cambios de 10 puntos como mínimo. No se encontraron diferencias estadísticamente significativas entre los tres grupos, para ninguna de las variables analizadas excepto en el tamaño de la ruptura tendinosa, que fue menor en el grupo 3. En el grupo 1, el cambio en la escala de constante fue de 18.4 puntos (IC 95% 14.2-22.6), en el grupo 2 fue de 20.5 puntos (IC 95% 16.4-24.6) y en el grupo 3 de 22.6 puntos (IC 95% 18.4-26.8). Aunque en las subescalas de dolor y AVD, las diferencias sí que presentaron significación estadística a favor de los tratamientos quirúrgicos, estas fueron clínicamente poco relevantes y la puntuación global diluyó efecto. A esto se suma que tampoco se encontraron diferencias entre los grupos en cuanto a la disminución del dolor medida con el EVA.
En el análisis de costes se confirmó que el tratamiento del grupo 2 y del grupo 3 fue más caro que el del grupo 1, llegando a ser el acromioplàstia con reparación del tendón casi el doble de cara que la fisioterapia sola (5104 euros vs 9.185 euros según los precios dentro del sistema público de salud finlandés en 2013).
El único ensayo clínico publicado previamente sobre este tema mostró diferencias estadísticamente significativas a favor del tratamiento quirúrgico pero hay que tener en cuenta que estas no fueron clínicamente relevantes y que la muestra incluyó un 57% de pacientes con rotura tendinosa de origen traumàtic2 .
Por tanto, las evidencias que tenemos hasta ahora muestran que en pacientes mayores con ruptura total no traumática del tendón supraespinoso, la cirugía (ya sea acromioplàstia sola o asociada a la reparación tendinosa) no ofrece beneficios respecto a la fisioterapia sola. De momento, parece aconsejable seguir recomendando el tratamiento conservador en este grupo de pacientes.
- Kukkonen J, Joukainen A, Lehtinen J, Mattila KT, Tuominen EK, Kauko T, Äärimaa V. Treatment of Nontraumatic Rotator Cuff Tears: A Randomized Controlled Trial with Two Years of Clinical and Imaging Follow-up. The Journal of bone and joint surgery. American volume.2015 Nov 4; 97 (21) :1729-37. link
- Moosmayer S, Lund G, Seljom US, Haldorsen B, Svege IC, Hennig T, Pripp AH, Smith HJ. Tendon repair compared with physiotherapy in the treatment of rotator cuff tears: a randomized controlled study in 103 cases with a five-year follow-up. The Journal of bone and joint surgery. American volume. 2014 Sep 17; 96 (18) :1504-14. link
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