La
enfermedad de Graves (EG) es la causa más frecuente de hipertiroidismo
persistente en adultos. Los pacientes con EG deben recibir fármacos
antitiroideos, iodina radiactiva (IRA) o cirugía (tiroidectomía casi
total). El abordaje óptimo depende de las preferencias del paciente y
los factores clínicos. Un ciclo de 12 a 18 meses de fármacos
antitiroideos resulta en una remisión en el 50% de los pacientes, pero
puede causar reacciones adversas, como agranulocitosis y hepatoxicidad,
principalmente en los primeros 90 días de tratamiento.
El tratamiento con IRA y con cirugía provoca la destrucción o la retirada de la glándula, por lo que se necesita tratamiento de reemplazo de por vida. Además, el uso de IRA se ha asociado con el desarrollo o el empeoramiento de oftalmopatía tiroidea en el 15-20% de los pacientes. La cirugía es beneficiosa en pacientes con nódulos tiroideos sospechosos o malignos, hiperparatiroidismo concurrente o bocio que no pueden recibir fármacos antitiroideos. La cirugía se asocia con complicaciones como el hipoparatiroidismo y parálisis de las cuerdas vocales en una minoría de pacientes. En el embarazo, lo recomendable son los fármacos antitiroideos, aunque algunas mujeres optan el tratamiento definitivo con IRA o cirugía antes de quedarse embarazadas para evitar posibles efectos teratogénicos. E
En resumen, el manejo de la EG incluye el tratamiento con fármacos antitiroideos, IRA o tiroidectomía, dependiendo de las preferencias del paciente y sus características clínicas, como edad, presencia de arritmia o cardiopatía isquémica, bocio y gravedad de la tirotoxicosis.
El tratamiento con IRA y con cirugía provoca la destrucción o la retirada de la glándula, por lo que se necesita tratamiento de reemplazo de por vida. Además, el uso de IRA se ha asociado con el desarrollo o el empeoramiento de oftalmopatía tiroidea en el 15-20% de los pacientes. La cirugía es beneficiosa en pacientes con nódulos tiroideos sospechosos o malignos, hiperparatiroidismo concurrente o bocio que no pueden recibir fármacos antitiroideos. La cirugía se asocia con complicaciones como el hipoparatiroidismo y parálisis de las cuerdas vocales en una minoría de pacientes. En el embarazo, lo recomendable son los fármacos antitiroideos, aunque algunas mujeres optan el tratamiento definitivo con IRA o cirugía antes de quedarse embarazadas para evitar posibles efectos teratogénicos. E
En resumen, el manejo de la EG incluye el tratamiento con fármacos antitiroideos, IRA o tiroidectomía, dependiendo de las preferencias del paciente y sus características clínicas, como edad, presencia de arritmia o cardiopatía isquémica, bocio y gravedad de la tirotoxicosis.
Noticia original: Management of Graves DiseaseA Review
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