lunes, 4 de enero de 2016

¿Qué hay de nuevo Potter? Una visión de la bioética desde la Atención Primaria. Industria farmacéutica y Salud Pública.

La Asamblea del Consejo de Europa aprobó el 29 de septiembre de 2015 una declaración dirigida a los gobiernos de los Estados miembros, en la cual propuso medidas para luchar contra la opacidad en las relaciones entre la industria farmacéutica, los sistemas de salud y los profesionales. Se trata de una resolución sin poder ejecutivo, pero con alto valor político y moral, en tanto en cuanto fue aprobada por representantes elegidos en los 47 estados integrantes del Consejo, organización referente en cuestiones de derechos humanos y desarrollo democrático.
El texto comienza destacando las aportaciones de la industria farmacéutica al conocimiento científico a lo largo del S. XX y su importancia como sector económico, pero continúa expresando preocupaciones por los efectos negativos de la interacción entre este sector y el sector sanitario. Se hace referencia, entre otras cuestiones, a la falta de transparencia en las investigaciones, a las patentes abusivas y las dificultades en el acceso a fármacos, a los ensayos clínicos redundantes (los que dan lugar a las llamadas me too drugs), a la promoción de la enfermedad (disease mongering)…
En este sentido, entre otras medidas concretas, se insta a incorporar en los planes de estudio de los profesionales sanitarios la concienciación sobre estas materias, a publicar obligatoriamente toda financiación proporcionada por su parte a profesionales e instituciones... La resolución pide introducir criterios más estrictos para la autorización de nuevos fármacos y fomentar investigaciones orientadas a necesidades de salud no cubiertas, como las enfermedades raras. Además, insta a los Estados a prohibir cualquier acuerdo que tenga como objetivo retrasar la comercialización de genéricos, solicitando a la OMS alternativas al actual modelo de patentes.
Hay que tener presente que los intereses de las empresas farmacéuticas, no son necesariamente los de los pacientes. La industria ejerce influencias a muchos niveles (producción de conocimiento, promoción y formación, órganos reguladores…), pero los sistemas sanitarios públicos y sus profesionales, como garantes de la salud de la ciudadanía, han de ser independientes a la hora de adoptar decisiones, priorizar e implementar estrategias para atender las necesidades sanitarias de la población.
Entrada elaborada per Javier Ramírez-Gil

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