La tuberculosis continúa siendo una de las
enfermedades transmisibles causantes de mayor morbimortalidad en el
mundo. España con una tasa de incidencia de 13,04 por 100.000 habitantes
ocupa el tercer lugar entre los países europeos más afectados. Estos
datos muestran una tendencia a su disminución, pudiendo pasar
desapercibida y hacer que no se realicen las medidas de prevención
adecuadas ante un enfermo sospechoso. El personal sanitario que trabaja
en un centro donde se atiende a pacientes con tuberculosis presenta
riesgo de transmisión, siendo este riesgo superior en determinadas áreas
o unidades de trabajo. Desde los Servicios de Prevención de Riesgos
Laborales, encargados de vigilar la salud de los trabajadores
sanitarios, se elaboran diferentes estrategias de abordaje con el
objetivo de evitar la infección en estos trabajadores y detectar la
infección tuberculosa reciente. Las guías nacionales existentes hasta la
actualidad incluyen la prueba de la tuberculina como prueba de cribado
de la infección tuberculosa, con referencia a las nuevas pruebas
diagnósticas basadas en la detección in vitro de interferón-gamma
(IGRA) para determinados casos. El objetivo de la presente guía ha sido
consensuar y establecer unos criterios comunes para incluir las pruebas
IGRA, como una ayuda complementaria a la prueba de la tuberculina en el
personal sanitario, a partir de la evidencia disponible en la
actualidad. Las recomendaciones de su utilización se han adaptado a las
diferentes situaciones en que se pueden encontrar los profesionales que
participan en la vigilancia de la salud de los trabajadores sanitarios.
http://www.elsevier.es/es-revista-medicina-clinica-2-resumen-guia-prevencion-control-tuberculosis-el-90445152
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