martes, 10 de noviembre de 2015

3 clics. Intervenciones comunitarias: buen complemento de la consulta para prevenir DM2.

Los programas comunitarios de promoción de dieta y actividad física son efectivos para reducir la incidencia de diabetes y mejorar factores de riesgo cardio-metabólico en personas con riesgo aumentado. Los programas más intensivos obtienen mejores resultados pero queda por determinar qué características de los programas tienen un papel más relevante en los resultados.

Se estima que a nivel mundial hay 387 millones de diabéticos con un 9,3% de la población de Estados Unidos afectada. La diabetes mellitus tipo 2 (DM2) es un problema de salud pública de magnitud creciente que amenaza a los presupuestos de los sistemas sanitarios de los países occidentales. La evidencia científica acumulada señala que los componentes fundamentales de la prevención de la DM2 son la pérdida de peso y la actividad física.

Esta revisión sistemática incluyó ensayos clínicos aleatorizados y estudios prospectivos comparativos no aleatorizados que tuvieran al menos 30 participantes por grupo, y estudios prospectivos con sólo grupo intervención con al menos 100 participantes. El seguimiento debía durar un mínimo de 6 meses. Los participantes tenían que ser adultos o niños con riesgo aumentado de DM2 determinado por medidas de glucemia oa través de herramientas de evaluación del riesgo de DM2. Se excluyeron estudios con participantes ya diagnosticados de DM2 o aquellos que como factor de riesgo sólo tenían la obesidad o un riesgo aumentado de enfermedad cardiovascular. El objetivo implícito o explícito del programa de promoción de dieta y actividad física, debía ser la prevención de la DM2 y los programas debían incluir al menos 2 sesiones de contacto (presencial o virtual) durante al menos 3 meses. La intervención podía ser cualquier tipo de recomendación para mejorar la dieta o aumentar la actividad física, salvo cambios de un solo grupo de alimentos o la adición de complementos dietéticos como el aceite de pescado. También se excluyeron las intervenciones que incluyeran medicación antidiabética.

Se seleccionaron 53 estudios que evaluaban 66 programas de promoción de dieta y actividad física para reducir la incidencia de diabetes y mejorar los controles de glucemia en adultos en riesgo de DM2. De los 53 estudios, 30 comparaban programas de promoción de dieta y ejercicio con la atención habitual, 13 comparaban programas más y menos intensivos y 13 estudios eran de programas con sólo grupo intervención y resultados antes-después.

Las características de los programas de promoción de dieta y actividad física se resumen en la Tabla 1.
De: Ann Intern Med. 2015 Sep 15; 163 (6): 437-51

En comparación con la atención habitual, los programas de promoción de dieta y ejercicio redujeron la incidencia de DM2 (risk ratio [RR] 0,59, intervalo de confianza [IC] 0,52-0,66, 16 estudios). O dicho de otro modo, en los 16 estudios en los que se evaluó la nueva aparición de diabetes, los participantes en los programas tuvieron un 40% menos de riesgo de desarrollar DM2. También se consiguieron reducciones de peso (cambio neto -2,2%, IC -2'9% en -1'4%, 24 estudios) y de glucemia basal (cambio neto, -2,2 mg / dL, IC - 3'6 a -0'9 mg / dL) y mejoraron factores de riesgo cardio-metabólicos. La efectividad de estos programas para reducir las enfermedades cardiovasculares, las complicaciones relacionadas con la DM2 y la mortalidad quedan para demostrar porque muy pocos estudios reportaron estos resultados.

La evidencia obtenida también sugiere que los programas más intensivos (más sesiones, combinación con sesiones individuales, personal adicional) consiguen pérdidas de peso y reducciones en la incidencia de diabetes más grandes.

De los resultados de dos de los estudios más grandes (el estudio DPP hecho en Estados Unidos y el estudio finés DPS) se podría deducir que estos resultados son aplicables a poblaciones amplias y variadas en cuanto a características étnicas, socioeconómicas y demográficas. El hecho de que excepto en dos de los estudios incluidos los participantes fueran sólo adultos, no permite extrapolar los resultados a niños y adolescentes.

La heterogeneidad de las intervenciones y del diseño de los estudios hace evidente que se necesitan estudios que permitan determinar qué características de los programas optimizan la efectividad y cuáles son menos importantes, así como la estructura que debe tener la fase de mantenimiento para ayudar los participantes a mantener las mejoras. También hay un seguimiento a largo plazo de los programas de base comunitaria para evaluar el mantenimiento de los efectos y su repercusión en resultados clínicos.

Otra revisión sistemática publicada en el mismo número de la revista concluye que los programas comunitarios para promover dieta y actividad física para prevenir la DM2 son coste-efectivos en personas con riesgo aumentado de DM2. Los costes de estos programas son más bajos cuando se dirigen a grupos y se llevan a cabo en la comunidad y en la atención primaria.

Estos resultados muestran que los programas a escala comunitaria dan resultados en salud y complementan y refuerzan las tareas de prevención y promoción de la salud que se deben hacer a las consultas.

Balk EM, Earley A, Raman G, Avendano EA, Pittas AG, Remington PL.. Combined Diet and Physical Activity Promotion Programs to Prevent Type 2 Diabetes Among Persons at Increased Risk: A Systematic Review for the Community Preventive Services Task Force. Ann Intern Med. 2015; 163 (6) :437-51link

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