Las enfermedades crónicas son la
causa más importante de morbilidad y mortalidad a nivel mundial. Estas
enfermedades requieren una considerable inversión de tiempo y de
recursos por parte de los sistemas de salud, así como de los pacientes y
sus familiares. Paradójicamente, las actuaciones desarrolladas para
el manejo de estas enfermedades originan una “carga” constante y
creciente para el paciente y su entorno, que afecta a su calidad de vida
y a los resultados terapéuticos.
Además, cuando el tratamiento
tiene un efecto beneficioso limitado o que se obtiene a largo plazo, la
carga y los riesgos del tratamiento se hacen particularmente
importantes. Las decisiones tomadas en las enfermedades crónicas a
menudo conducen a la terapia de por vida, lo que ocasiona que los
efectos adversos no deseados se acumulen durante un largo período.
La carga terapéutica está
condicionada por el objetivo que se quiere alcanzar. Con frecuencia se
trata de valores o cifras de parámetros fisiológicos que se utilizan
como medidas intermedias de la eficacia de una intervención. Lee más......
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