lunes, 2 de febrero de 2015

Journal of the American Society of Nephrology. Contraste entre directrices para la gestión del colesterol en adultos con enfermedad renal crónica.

Las recomendaciones establecidas en dos nuevas guías sobre control del colesterol, se consideran equiparables en su aplicación sobre el colectivo de pacientes con enfermedad renal crónica, y su proyección sobre los datos disponibles del estudio REGARDS concluye que prácticamente la totalidad de los pacientes con enfermedad renal crónica deberían seguir tratamiento con estatinas para ayudar a evitar complicaciones cardiovasculares en este colectivo.
El año pasado  se publicaron dos conjuntos de directrices diferentes  sobre la gestión del colesterol. Uno de ellos fue elaborado por el “American College of Cardiology / American Heart Association” (ACC / AHA) y el otro por el “Kidney Disease Improving Global Outcomes Lipid Work Group (KDIGO)”.  Dentro de las directrices del ACC / AHA, se recomienda el tratamiento con estatinas para las personas identificadas como de alto riesgo de enfermedad cardíaca y accidente cerebrovascular. Dentro de este protocolo quedan definidas de alto riesgo los adultos  con  diabetes , nivel alto de colesterol alto, antecedentes de enfermedad cardiovascular aterosclerótica, o con un cálculo de riesgo  a 10 años de al menos 7,5% utilizando la fórmula "Ecuaciones de Riesgo  de Cohorte Mancomunadas " (ecuaciones multivariantes obtenidas en grandes estudios de cohortes.).  Las guías KDIGO, por su lado y de forma más simplificada, recomienda el tratamiento con estatinas a todos los individuos con enfermedad renal crónica con edades comprendidas  entre  los 50 y 79 años.
Un grupo de investigación se  propuso evaluar el impacto que el  contrastes entre estas dos directrices podrían tener sobre los pacientes con enfermedad renal crónica, y de forma adicional evaluaron la adecuación de  las “Ecuaciones de Riesgo de Cohorte Mancomunadas” entre estos pacientes. Para ello utilizaron datos recogidos por el estudio REGARDS (“Reasons for Geographic and Racial Differences in Stroke”). Este estudio fue diseñado para investigar las causas de las diferencias regionales y raciales en la mortalidad por accidente cerebrovascular, y en él se trabajó con una cohorte multirracial prospectiva de 23.928 participantes; la incorporación de pacientes se efectuó entre 2003 y 2007, con seguimiento hasta diciembre de 2009.
Los investigadores observaron  que, de acuerdo con las nuevas directrices establecidas por el ACC / AHA,   el 92% de los pacientes con enfermedad renal crónica  eran susceptibles de recibir  tratamiento con estatinas; porcentaje que sitúa en el 100% de los casos  según los parámetros indicados  en la guía  KDIGO. En sus conclusiones se destaca que ambas guías pueden considerarse equiparables, y el hecho  de que en la práctica, el 42% y el 50%  (según criterio  ACC / AHA y KDIGO  respectivamente) de los pacientes no están en tratamiento con estatinas cuando esto sería deseable, y consideran como prioridad  el  aumento de la utilización adecuada de las estatinas en esta población. Por otro lado sí se consideró que la precisión de las "Ecuaciones de Riesgo  de Cohorte Mancomunadas " era  adecuada para este grupo de pacientes  y en consecuencia, que esta herramienta puede considerarse como de utilidad para guiar las propuestas terapeuticas  en los  pacientes con enfermedad renal crónica.

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