lunes, 1 de diciembre de 2014

Atención primaria. Las necesidades poblacionales, una llamada a la transformación de la atención primaria.

Las previsiones demográficas indican que España será uno de los países más envejecidos del planeta, lo que incrementará la cronicidad, la multimorbilidad y la discapacidad en la población. En este contexto, la prevalencia de condiciones complejas aumentará, resultado de la suma de problemática social y sanitaria en la misma persona; una estrecha asociación a la que no se podrá dar respuestas separadas.
Las proyecciones en la economía mundial prevén un decrecimiento del producto interior bruto (PIB), constituyendo una amenaza para la equidad, que amplía la brecha entre ancianos ricos y pobres —estos últimos con una morbilidad mucho mayor— e impacta negativamente en las condiciones de niños y adolescentes. Así las cosas, la sostenibilidad de las políticas públicas de bienestar se ve amenazada, especialmente para atender a las personas con mayor nivel de necesidades (o que están en riesgo de tenerlas). Se estima que un 8% de la población está en situación de complejidad social o sanitaria y consume el 30% del presupuesto de las Comunidades autónomas (CC.AA.).
Las personas con enfermedad crónica avanzada son un colectivo singular entre los pacientes complejos. Se caracterizan por un pronóstico de vida limitado y múltiples necesidades en un modelo de atención que requiere de una mirada paliativa progresiva, que no excluye las opciones curativas y preventivas y que exige la planificación anticipada de las decisiones (PAD). Los datos que se disponen de este colectivo debieran hacernos reflexionar, ya que constituyen un ejemplo de la tormenta perfecta epidemiológica que, muy probablemente, se avecina :

-Un 1-1,5% de la población padece enfermedades crónicas avanzadas y su prevalencia va en aumento. Estas personas sufren tanto de condiciones de salud asociadas a fragilidad como de enfermedades de órgano graves y, casi siempre, de problemas sociales.

-Mayoritariamente se hallan en la comunidad, más del 20% viven en residencias. Sus necesidades, sociales y sanitarias son de todo tipo, y a menudo no reciben la respuesta asistencial adecuada.

-El 50-70% morirá en 2 años, habitualmente aplicando un modelo de atención no específico, sin ser informados de su situación, sin contar con sus preferencias, ni disponer de información personalizada en su historia clínica.

-Son atendidos por muchos profesionales. Más del 60% de decisiones importantes no las tomarán los profesionales referentes de los equipos de atención primaria (EAP). Sus perfiles de utilización de recursos son singulares y se distribuyen por nuevos clústeres de morbilidad. Ante ello, los EAP refieren barreras y dificultades para aplicarles un modelo de atención apropiado, que exige nuevos ámbitos de capacitación, en gestión clínica y habilidades comunicativas. La PAD es el gran reto y nuevos dilemas éticos emergen.

-Estos pacientes exigen conocer su estado y sus expectativas, y gestionar las decisiones con anticipación, progresividad y compañía, coliderando el proceso de atención. Desean ser atendidos por quien más sepa y, con frecuencia, atribuyen el liderazgo clínico a agentes no primaristas.

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