Especialista en Farmacia de Hospital
Doctor en Farmacia
Master en Medicina Humanitaria
Jefe de unidad del Centro Dr. Esquerdo para Enfermos Mentales
En lo que sigue he tratado de
plasmar mi pensar tras más de 30 años trabajando con enfermos mentales, muy de
cerca, preocupándome de manera especial por el uso racional de los
psicofármacos. He tratado de ser ecuánime, pero desde luego he sido muy honesto
conmigo mismo y mi visión del problema. Mi pretensión es reflexionar en voz
alta.
http://www.tecnoremedio.es/2014/09/antipsicoticos-algunas-cuestiones-para.html?m=1
De lo expuesto podríamos concluir que
los medicamentos antipsicóticos, los más reputados de los medicamentos
psiquiátricos:
1º) Distan de ser dardos químicos específicos
dirigidos a la diana que es la supuesta causa subyacente de los trastornos
psicóticos, y específicamente de la esquizofrenia. Aunque son capaces de
mejorar algunos de sus síntomas, especialmente la agitación psicomotriz y mejoran
el curso de los trastornos psicóticos y previenen recaídas a corto plazo, a
largo plazo sus beneficios no están bien estudiados y los datos disponibles
indican que puede anularse.
2º) Los efectos de estos fármacos no son
siempre valorados positivamente por los sujetos que los reciben. Los médicos
tienden a utilizar estos fármacos en sus pacientes, a pesar de que dudarían
antes de tomarlos ellos mismos, y también suelen subestimar la frecuencia y
gravedad de sus efectos adversos. Estos parecen estar relacionados con el
acortamiento de la esperanza de vida de los sujetos con esquizofrenia respecto
de la población general. Se prioriza el
principio de beneficencia sobre los de no-maleficencia y de autonomía.
3º) El uso de los fármacos antipsicóticos se
mantiene en continua expansión desde los años 50 del siglo pasado, pero su
enorme éxito comercial parece apoyarse en estrategias de mercado, más que en
evidencia científica. Deben hacer ensayos clínicos adecuados a la naturaleza
del problema, con control placebo y control activo, aleatorizados, doble ciego,
de tamaño suficiente para captar diferencias clínicamente significativas con
medidas de variables con significado clínico y con la duración que requiere un
trastorno que como la esquizofrenia se dice de naturaleza crónica.
4º) Se propone un uso de antipsicóticos prudente
en dosis, acotado en el tiempo, dirigido a síntomas específicos, con una
cuidadosa evaluación de sus respuestas terapéutica y adversa, escuchando y
haciendo participar al paciente y a otros profesionales en la toma de
decisiones farmacoterapéuticas, considerando un abordaje psicosocial y familiar,
que ponga énfasis en las capacidades y la funcionalidad de las personas
afectada, más que en el abatimiento a ultranza de los síntomas.
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