lunes, 14 de julio de 2014

DICAF. Eventos adversos autoinmunes, neurológicos, y tromboembólicos tras la aplicación de la vacuna cuatrivalente para el virus del papiloma humano en adolescentes de Dinamarca y Suecia: Estudio de cohorte.

BMJ 2013;347:f5906
Un estudio que analiza la posible incidencia de efectos adversos graves atribuibles al uso de la vacuna cuatrivalente para el virus del papiloma humano, amplía la información de seguridad actual de esta vacuna y no identifica señales de seguridad con respecto a posibles efectos autoinmunes, neurológicos, o eventos tromboembólicos venosos.
Desde la aprobación por  los órganos reguladores  de la primeros vacuna tetravalente par el virus del papiloma humano (QHPV) en 2006 y más tarde de la vacuna bivalente contra el VPH, a partir de 2011 alrededor de 120 millones de dosis se han distribuido en todo el mundo.
Por experiencia se conoce  que los eventos adversos con   inicio poco después de la administración de una vacuna,  tienden a atribuirse a esta exposición por pura asociación temporal. La probabilidad de eventos adversos que ocurren por asociación temporal con la exposición a la vacuna muestra un aumento  proporcional  con el nivel de  cobertura de la vacuna. La preocupación por los efectos adversos relacionados con las vacunas ha sido identificada como una importante barrera para el establecimiento de los programas de vacunación y  en el caso de la vacuna contra el VPH  como una de las razones de su baja aceptación. Esta grado de escepticismo frente a la vacuna VPH se ha visto reforzado por   hallazgos obtenidos en relacionados a otras vacunas, como la asociación descrita entre la vacuna  con adyuvante para la gripe pdm09 (H1N1) y la narcolepsia en Suecia y Finlandia, así como un pequeño pero significativo aumento del riesgo del síndrome de Guillain-Barré después de vacunación contra la gripe A pdm09 (H1N1).
Los datos disponibles hasta el momento indican que los eventos adversos que pueden ocurrir después de la vacunación contra el VPH  son   leves y temporales y no van más allá de  fiebre, dolor de cabeza, o reacciones cutáneas en   el lugar de la inyección. Aun así, para adquirir las mejores pruebas posibles de seguridad en relación a la vacuna QVPH, se realizó un estudio de cohorte a gran escala con el fin de evaluar el riesgo de eventos adversos graves de tipo autoinmune, neurológicos o tromboembólicos venosos.
Este estudio poblacional incluyó todas las adolescentes de edades comprendidas entre 10 y 17 años que en  Dinamarca y Suecia recibieron la vacuna tetravalente del virus del papiloma humano (QHPV) en los primeros cuatro años de su implantación. En general, los hallazgos de este estudio, que se basa en casi un millón de niñas y 700.000 dosis de vacunación administradas, fueron tranquilizadores para los eventos autoinmunes, neurológicos, y   eventos tromboembólicos venosos analizados. En total se analizó la  relación con 53 posibles situaciones adversas, con un seguimiento de hasta 180 días tras la administración de cada dosis de vacuna. Los eventos que aparecieron en al menos 5 casos tras la exposición   fueron objeto de analisis  detallado. Para los resultados donde se observaron valores de   Rate Ratio (RR: densidad de incidencia o riesgo relativo  = densidad de incidencia expuestos/ densidad de incidencia no expuestos) significativamente aumentados, se consideraron tres criterios como indicadores del fortalecimiento de la señal: análisis sobre la base de 20 o más casos de exposición a la vacuna (fiabilidad), proporción de la tasa de 3.0 o más (fuerza), y aumento significativo  de la proporción de la tasa en los análisis específicos de cada país (consistencia).
Aun que inicialmente, a nivel autoinmune, la exposición a la vacuna QHPV se asoció significativamente con el síndrome de Behçet, enfermedad de Raynaud, y la diabetes tipo 1 (en todos los caso se encontró únicamente una señal de fortalecimiento),  la evaluación adicional no mostró evidencia consistente para una asociación creíble, las  asociaciones eran débiles y no temporalmente relacionadas con la exposición a  la vacuna. Para los cinco eventos neurológicos analizados no se observaron riesgos  significativamente aumentados y hubo asociaciones inversas para la epilepsia (RR= 0,66, 95% IC 0,54-0,80)  y la  parálisis (0,56, 0,35 a 0,90). No se observó  asociación entre la exposición a la vacuna QHPV y el tromboembolismo venoso (0,86, 0,55 a 1,36).
Por lo tanto, este estudio no identificó señales de seguridad con respecto a efectos  autoinmunes, neurológicos, y  eventos tromboembólicos venosos después de que se administró la vacuna QHPV. Aun así los autores expresan que estos resultados deben ser acogidos con cautela y que en ningún caso   pueden ser inferidos al uso de la vacuna VPH bivalente pues ésta  presenta componentes diferentes.

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