Comúnmente considerados por el público como naturales e inofensivos, son de fácil adquisición sin receta médica, y mucha gente los consume con el fin de mejorar la salud, tratar o prevenir enfermedades o simplemente porque se cree que pueden ayudar a perder peso o mejorar la silueta. Sin embargo su uso no está exento de posibles efectos adversos, especialmente a nivel renal.
Los
suplementos dietéticos, también llamados suplementos alimenticios,
suplementos nutricionales, o, en ocasiones, simplemente suplementos,
son productos destinados a complementar la dieta y por lo general
contienen uno o más de los siguientes componenetes: minerales,
oligoelementos, vitaminas, proteínas, aminoácidos y derivados de
hierbas.
Algunos suplementos dietéticos con conocida potencial afectación sobre la función renal son:
Creatinina: La creatina es popular entre los deportistas por su capacidad maximizar la movilización de energía en ejercicio físico de corta duración, así como por su potencial efecto trófico sobre la musculatura. Los efectos nocivos a nivel renal son raros en pacientes sin insuficiencia renal preexistente, pero observaciones realizadas en modelos murinos, y algunos casos en humanos, sugieren nefrotoxicidad en pacientes con insuficiencia renal crónica. En esta situación, la creatina no debe ser consumida.
Productos hiperproteicos: En individuos sanos, obesos o diabéticos, pero sin presencia de insuficiencia renal crónica no parecen tener efectos nefrotóxicos, al menos a corto y medio plazo. Pero el riesgo de disminución de la tasa de filtración glomerular puede ser significativamente mayor en las personas con insuficiencia renal preexistente. Una dieta rica en proteínas o la utilización se suplementos dietéticos hiperproteicos está especialmente contraindicado en este tipo de pacientes.
Ácido aristolóquico (o aristoloquina): Las preparaciones que contienen ácidos aristolóquicos son ampliamente utilizados en la medicina tradicional china, japonesa o india y actualmente disponible y fácilmente accesibles a través de internet. Hace unos años fue notorio que un grupo de mujeres que consumieron cápsulas que contenían extractos de raíces de una hierba china "adelgazante" sufrieron nefropatía inducida por ácido aristolóquico (NAA). La NAA se caracteriza por ser una insuficiencia renal crónica que evoluciona en pocos meses a insuficiencia renal terminal, a pesar de que se interrumpa el consumo de los ácidos aristolóquicos.
Ácido ascórbico: Se han reportado casos de insuficiencia renal aguda, secundaria a la precipitación en los túbulos renales de cristales de oxalato, en personas que consumieron entre 500 mg y 2 g / día de vitamina C durante períodos prolongados. La vitamina C debe ser considerada como una suplemento dietético potencialmente nefrotóxico, si se consume en dosis alta y a largo plazo, independientemente de presencia o ausencia de una insuficiencia renal crónica preexistente.
Regaliz: El consumo de regaliz a razón de 30 gr o más por periodo de varias semanas puede inducir pseudo-aldosteronismo con hipertensión, hipocalemia y alcalosis metabólica. Más raramente, también han sido reportados casos de insuficiencia renal aguda con anuria secundaria a rabdomiólisis hipocalémica.
Metales pesados: Su capacidad nefrotóxica es ampliamente conocida y en ocasiones pueden presentarse como contaminantes de determinados complementos dietéticos, especialmente si provienen de países con controles poco estrictos.
Otros suplementos: Productos que contienen efedra, arándano, yohimbina, L-lisina o ajenjo han sido muy ocasionalmente asociados con situaciones de nefrotoxicidad.
Algunos suplementos dietéticos con conocida potencial afectación sobre la función renal son:
Creatinina: La creatina es popular entre los deportistas por su capacidad maximizar la movilización de energía en ejercicio físico de corta duración, así como por su potencial efecto trófico sobre la musculatura. Los efectos nocivos a nivel renal son raros en pacientes sin insuficiencia renal preexistente, pero observaciones realizadas en modelos murinos, y algunos casos en humanos, sugieren nefrotoxicidad en pacientes con insuficiencia renal crónica. En esta situación, la creatina no debe ser consumida.
Productos hiperproteicos: En individuos sanos, obesos o diabéticos, pero sin presencia de insuficiencia renal crónica no parecen tener efectos nefrotóxicos, al menos a corto y medio plazo. Pero el riesgo de disminución de la tasa de filtración glomerular puede ser significativamente mayor en las personas con insuficiencia renal preexistente. Una dieta rica en proteínas o la utilización se suplementos dietéticos hiperproteicos está especialmente contraindicado en este tipo de pacientes.
Ácido aristolóquico (o aristoloquina): Las preparaciones que contienen ácidos aristolóquicos son ampliamente utilizados en la medicina tradicional china, japonesa o india y actualmente disponible y fácilmente accesibles a través de internet. Hace unos años fue notorio que un grupo de mujeres que consumieron cápsulas que contenían extractos de raíces de una hierba china "adelgazante" sufrieron nefropatía inducida por ácido aristolóquico (NAA). La NAA se caracteriza por ser una insuficiencia renal crónica que evoluciona en pocos meses a insuficiencia renal terminal, a pesar de que se interrumpa el consumo de los ácidos aristolóquicos.
Ácido ascórbico: Se han reportado casos de insuficiencia renal aguda, secundaria a la precipitación en los túbulos renales de cristales de oxalato, en personas que consumieron entre 500 mg y 2 g / día de vitamina C durante períodos prolongados. La vitamina C debe ser considerada como una suplemento dietético potencialmente nefrotóxico, si se consume en dosis alta y a largo plazo, independientemente de presencia o ausencia de una insuficiencia renal crónica preexistente.
Regaliz: El consumo de regaliz a razón de 30 gr o más por periodo de varias semanas puede inducir pseudo-aldosteronismo con hipertensión, hipocalemia y alcalosis metabólica. Más raramente, también han sido reportados casos de insuficiencia renal aguda con anuria secundaria a rabdomiólisis hipocalémica.
Metales pesados: Su capacidad nefrotóxica es ampliamente conocida y en ocasiones pueden presentarse como contaminantes de determinados complementos dietéticos, especialmente si provienen de países con controles poco estrictos.
Otros suplementos: Productos que contienen efedra, arándano, yohimbina, L-lisina o ajenjo han sido muy ocasionalmente asociados con situaciones de nefrotoxicidad.
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