lunes, 30 de junio de 2014

DICAF. Riesgos renales de los suplementos dietéticos.

Revue Médicale Suisse 2014; (10): 498-503 - Licorice, 10.04.2014: Natural Medicines: Comprehensive Database
Comúnmente considerados por el público como naturales e inofensivos, son de fácil adquisición sin receta médica, y mucha gente los consume con el fin de mejorar la salud, tratar o prevenir enfermedades o simplemente porque se cree que pueden ayudar a perder peso o mejorar la silueta. Sin embargo su uso no está exento de posibles efectos adversos, especialmente a nivel renal.
Los suplementos dietéticos, también llamados suplementos alimenticios, suplementos nutricionales, o,  en ocasiones,  simplemente suplementos,  son productos destinados a complementar la dieta y por lo general contienen  uno o más de los siguientes componenetes: minerales, oligoelementos, vitaminas, proteínas, aminoácidos y derivados de hierbas.
Algunos suplementos dietéticos  con conocida potencial  afectación sobre la función renal son:
Creatinina: La creatina es popular entre  los deportistas  por  su capacidad  maximizar la movilización   de   energía en ejercicio físico de corta duración, así como por su potencial efecto trófico sobre la musculatura. Los efectos nocivos a nivel renal son  raros en  pacientes sin insuficiencia renal preexistente,  pero observaciones realizadas en modelos murinos, y algunos casos en humanos,  sugieren nefrotoxicidad en pacientes con insuficiencia renal crónica. En esta situación, la creatina no debe ser consumida.
Productos hiperproteicos: En individuos sanos, obesos o diabéticos, pero sin presencia de insuficiencia renal crónica no parecen tener efectos nefrotóxicos, al menos a corto y medio plazo. Pero el riesgo de disminución de la tasa de filtración glomerular puede ser significativamente mayor en las personas con insuficiencia renal preexistente. Una dieta rica en proteínas o la utilización se suplementos dietéticos hiperproteicos está especialmente contraindicado en este tipo de pacientes.
Ácido aristolóquico (o aristoloquina):  Las preparaciones que contienen ácidos aristolóquicos son ampliamente utilizados en la medicina tradicional china, japonesa o india y  actualmente  disponible y  fácilmente accesibles a través de internet.  Hace unos años  fue notorio que un grupo de mujeres que consumieron  cápsulas que contenían extractos de raíces de una  hierba china "adelgazante"  sufrieron nefropatía inducida por  ácido aristolóquico  (NAA).  La NAA se caracteriza por ser una  insuficiencia renal crónica que evoluciona  en pocos meses a  insuficiencia renal terminal, a pesar de  que se interrumpa  el consumo  de los ácidos aristolóquicos.
Ácido ascórbico: Se han reportado casos de insuficiencia renal aguda, secundaria a  la precipitación en los túbulos renales de cristales de oxalato,  en personas que consumieron entre 500 mg y 2 g / día de vitamina C durante períodos prolongados. La vitamina C debe ser  considerada  como una suplemento dietético potencialmente nefrotóxico, si se consume en dosis alta y a largo plazo, independientemente de  presencia o ausencia de una  insuficiencia renal crónica  preexistente.
Regaliz:  El consumo de regaliz a razón de 30 gr o más por periodo de varias semanas puede inducir   pseudo-aldosteronismo  con  hipertensión, hipocalemia  y alcalosis metabólica. Más raramente, también han sido reportados casos de insuficiencia renal aguda con anuria secundaria a rabdomiólisis hipocalémica.
Metales pesados: Su capacidad nefrotóxica es ampliamente conocida y en ocasiones pueden presentarse como contaminantes de determinados complementos dietéticos, especialmente si provienen de países con controles poco estrictos.
Otros suplementos:   Productos que contienen efedra, arándano, yohimbina, L-lisina o ajenjo han sido muy ocasionalmente asociados con situaciones de nefrotoxicidad.

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