En relación al párrafo anterior, el BMJ (antiguo British Medical Journal) ha publicado una revisión sistemática y meta-análisis de estudios aleatorizados y no aleatorizados cuyo objetivo ha sido investigar el riesgo de pancreatitis asociado al uso de las incretinas en pacientes con DM2 y que concluye que
la evidencia actual sugiere que la incidencia de pancreatitis en este
tipo de pacientes que toman incretinas es baja y que estos
antidiabéticos no incrementan el riesgo de pancreatitis. Este estudio se añade a otro previo aparecido en Diabetes, Obesity and Metabolism cuyas conclusiones van en el mismo sentido lo que, a priori, despejaría una de las dudas más importantes planteadas sobre la seguridad de estos antidiabéticos. Pincha link par leer entrada completa:
martes, 22 de abril de 2014
( Sala de Lectura) Seguridad de los nuevos antidiabéticos: evidencia vs experiencia
Una recomendación repetida ad nauseam a los clínicos es que esperen un tiempo prudencial -al menos 5 años- para hacer un uso extensivo de un medicamento de reciente comercialización. Ni que decir tiene que esta recomendación es vapuleada por quienes se lucran, directa o indirectamente, de las ventas de dichos productos con argumentos como que es una medida economicista, que obstruye el acceso de los pacientes a las novedades o que se persevera en someter a los pacientes a los terribles tratamientos actuales y sus terribles reacciones adversas. No obstante, la recomendación se hace en aras de la seguridad del paciente, dadas las limitaciones que tienen los ensayos clínicos para detectar las reacciones adversas a los medicamentos en el período precomercialización. Esto hace que la farmacovigilancia en la fase de postcomercialización juegue un papel clave para conocer el perfil de seguridad de un medicamento.
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