https://www.sefap.org/2025/04/04/ojo-al-dato-si-se-prescribe-metotrexato/
el National Coordinating Council for Medication Error
Reporting and Prevention (NCC MERP) define los errores de medicación como
cualquier incidente prevenible que puede causar daño al paciente o dar lugar a
una utilización inapropiada de los medicamentos, cuando éstos están bajo el
control de los profesionales sanitarios o del paciente o consumidor. Los
errores de medicación pueden ocurrir en cualquiera de las etapas del proceso de
utilización de un medicamento, aunque los errores de prescripción constituyen
el tipo más frecuente.
Por otro lado, se define como medicamentos de alto riesgo
aquellos que tienen una probabilidad muy elevada de causar daños graves e
incluso mortales cuando se produce un error en el curso de su utilización. Es
por ello que estos medicamentos son el objetivo prioritario de muchas de las
estrategias de mejora de la Seguridad del Paciente en el Uso Seguro de los
Medicamentos.
Y qué ocurre con el metotrexato?
El metotrexato es un medicamento de alto riesgo que ha sido
objeto de atención a nivel internacional debido a los errores detectados en su
utilización y los efectos adversos graves derivados de los mismos. Es un agente
inmunosupresor utilizado para el tratamiento de diversas patologías de tipo
oncológico y no oncológico, como inflamatorias y autoinmunes. Se encuentra
disponible para su administración oral y parenteral y la dosis y frecuencia de
administración varía según la indicación, siendo semanal y no diaria para el
tratamiento de las patologías inflamatorias y de algunas oncológicas.
En relación a la frecuencia de administración, se han
detectado numerosos errores de prescripción y administración menor a la
semanal.
Ya en 2003, el ISMP-España editó una alerta especial con
recomendaciones dirigidas a prevenir los errores de medicación asociados a la
utilización de metotrexato oral, a raíz de varios casos notificados en nuestro
país que tuvieron consecuencias graves para el paciente, ocasionándole la muerte en algunos casos.
Esta situación ha generado numerosas Notas de Seguridad y
medidas puestas en marcha en los últimos años para minimizar estos riesgos, por
parte de la Agencia Española del Medicamento
y Productos Sanitarios (AEMPS), advirtiendo a profesionales sanitarios y
pacientes sobre este riesgo en las fichas técnicas, prospectos y envases de
metotrexato de administración oral (4 notas informativas de la AEMPS, ésta la
última de ellas)
A pesar de ello, se han seguido notificando casos de errores
de administración diaria en vez de semanal, por lo que tras su estudio, el
Comité para la Evaluación de Riesgos en Farmacovigilancia (PRAC) a nivel
europeo, creyó necesaria la incorporación de nuevas medidas.
Prescripción electrónica asistida (PEA) como herramienta de
ayuda para disminuir errores de prescripción
Teniendo en cuenta este contexto, y como medidas de
seguridad del paciente, el ISMP recomienda desarrollar estrategias dentro de la
prescripción informatizada, como la incorporación de alertas automáticas en las
aplicaciones de prescripción y dispensación que adviertan de la importancia de
confirmar la dosis y frecuencia de administración del metotrexato oral (uso no
oncológico) y parenteral.
Sin embargo, el efecto de la implantación de PEA en la
seguridad de los pacientes ambulatorios ha sido poco estudiada, por lo que
desde el Grupo de Seguridad del Paciente de SEFAP se planteó realizar un
estudio comparativo de la prevalencia de errores de prescripción en la
presentación semanal de metotrexato, en función de la presencia de ayudas
específicas en los sistemas de PEA de las diferentes comunidades autónomas
(CCAA).
El estudio se realizó en 6 áreas sanitarias de 6 CCAA con
una población total de 1.953.083 habitantes. De ellos se identificaron un total
de 7.416 pacientes con prescripción activa de MTX oral o parenteral. Como
errores de prescripción se consideraron las prescripciones con posología
inferior a la semanal y dosis superiores a 30 mg a la semana.
De los resultados obtenidos, 4 áreas sanitarias disponían de
ayudas específicas en la PEA (5.263 pacientes con prescripción activa de MTX) y
dos de ellas carecían de las mismas
(2.153 pacientes). En las áreas sanitarias sin ayudas, la prevalencia de errores de prescripción para
ambas presentaciones fue de 4,13%; triplicando al de aquellas áreas sanitarias
que sí disponen de ellas, con un 0,38% de errores de prescripción (diferencia absoluta de
prevalencias -3,75%).
La prevalencia de errores de prescripción en las formas
parenterales fue nula en 3 de las 4 áreas sanitarias con ayudas específicas en
la PEA, variando entre un 1,52% y un 7,67% en aquellas áreas sanitarias que
carecían de ayudas. La diferencia absoluta de prevalencia entre disponer y no
disponer de ayudas específicas en la PEA fue de -3,10%. En las presentaciones
orales, la prevalencia fue de 0,58% en áreas sanitarias con ayudas y 1,52% en
áreas sanitarias sin ellas (diferencia
absoluta -0,94%).
Este estudio pone de manifiesto el impacto de la PEA para
minimizar los errores de prescripción en el ámbito ambulatorio, que pueden
provocar un Resultado Negativo de la
Medicación con desenlace fatal si llegan al paciente, como es la
sobredosificación del metotrexato, pero
que son prevenibles con el desarrollo de la PEA.
Por otro lado, revela un cumplimiento asimétrico de los
objetivos relacionados con el uso seguro del medicamento de la Estrategia de
Seguridad del paciente del Sistema Nacional de Salud, en relación al desarrollo
de PEA en medicamentos de alto riesgo y la necesidad de su implantación en los
Servicios de Salud.
Como conclusión, vuelve a ponerse de manifiesto la necesidad
de fomentar la prescripción electrónica asistida con sistemas de ayuda a la
decisión clínica de probada efectividad, así como la implantación de prácticas
seguras con los medicamentos de alto riesgo.
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