(Lancet) Tuberculosis. Revisión.

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La tuberculosis es una de las principales causas de muerte a nivel mundial. Dada la transmisión aérea de la tuberculosis, cualquiera puede infectarse, pero las personas en entornos de alta incidencia están más expuestas. El riesgo de progresión a la enfermedad es mayor en los primeros años después de la infección y en personas con desnutrición, inmunosupresión o que fuman, beben alcohol o tienen diabetes. Aunque la tos, la fiebre y la pérdida de peso son síntomas característicos, las personas con tuberculosis pueden ser asintomáticas, por lo que se requiere un alto índice de sospecha. El diagnóstico oportuno se puede realizar mediante un examen de esputo (idealmente con pruebas moleculares rápidas), pero la radiografía de tórax puede ser útil. La mayoría de las personas con enfermedad pueden ser tratadas con regímenes de 6 meses o menos; Es posible que se necesiten regímenes más largos para las personas con resistencia a los medicamentos. Para el éxito del tratamiento, es fundamental una atención integral y centrada en la persona, que incluya el abordaje de los determinantes clave, como la desnutrición, el tabaquismo y el consumo de alcohol, y la optimización del tratamiento de las comorbilidades, como la diabetes y el VIH. La atención debe continuar una vez finalizado el tratamiento, ya que las secuelas a largo plazo son comunes. La prevención se basa principalmente en el tratamiento con regímenes a base de rifamicina; Las vacunas actuales tienen una eficacia limitada. La investigación en curso sobre regímenes más cortos y seguros para el tratamiento de infecciones y enfermedades, y métodos de diagnóstico más simples y precisos serán clave para la eliminación de la tuberculosis.