El tratamiento primario del infarto agudo de miocardio aterotrombótico ha priorizado históricamente la identificación del infarto de miocardio con elevación del segmento ST (STEMI) como criterio para reperfusión urgente. Sin embargo, hasta un 34% de los casos de infarto de miocardio sin elevación del segmento ST (NSTEMI) presentan oclusión coronaria aguda. Esta revisión explora un nuevo paradigma que diferencia el infarto de miocardio por oclusión (OMI) del infarto sin oclusión (NOMI), mejorando la precisión diagnóstica y el efecto pronóstico en el síndrome coronario agudo.
Más allá del paradigma STEMI/NSTEMI
El infarto de miocardio por oclusión se define por la isquemia en curso con infarto irreversible debido a una oclusión completa o casi completa de una arteria coronaria epicárdica. Se ha identificado que el 50% de los pacientes con OMI no cumplen con los criterios de STEMI, lo que retrasa la activación del laboratorio de cateterismo y priva a los pacientes de los beneficios de la revascularización urgente.
Los patrones electrocardiográficos (ECG) emergentes permiten identificar casos de OMI incluso sin elevación del segmento ST, desafiando el paradigma tradicional basado en STEMI. La evaluación dinámica de los cambios en el ECG en relación con la evolución de los síntomas es crucial para diagnosticar OMI a tiempo y evitar retrasos en la reperfusión.
Patrones electrocardiográficos de infarto de miocardio por oclusión
Se han identificado varios patrones de ECG que indican la presencia de OMI y requieren terapia de reperfusión urgente:
Ondas T hiperagudas: Ondas T amplias y simétricas, con una mayor área bajo la curva en relación con el complejo QRS.
Patrón de Winter: Depresión del segmento ST en las derivaciones precordiales, con ondas T altas y simétricas, indicativo de oclusión proximal de la arteria descendente anterior.
Síndrome de Wellens: Ondas T bifásicas o invertidas en V2-V3 en pacientes con dolor torácico resuelto, asociado con estenosis crítica de la arteria descendente anterior.
Distorsión del QRS terminal: Ausencia de onda S y onda J en V2-V3, altamente específico para oclusión de la arteria descendente anterior.
Otras alteraciones: Como bloqueos de rama nuevos, depresión del ST en V1-V4 (infarto posterior), y patrones específicos como el de Aslanger y la bandera de Sudáfrica.
Impacto clínico y manejo
El reconocimiento de estos patrones permite identificar a los pacientes con OMI que requieren reperfusión inmediata, incluso en ausencia de criterios STEMI tradicionales. Se destaca la importancia de la evaluación seriada del ECG y la correlación con los biomarcadores de infarto.
La aplicación de estos hallazgos podría reducir la mortalidad y mejorar la conservación del miocardio en pacientes con OMI. Se necesita investigación adicional para validar estos criterios y mejorar la estratificación del riesgo en el síndrome coronario agudo.
Conclusiones
El paradigma emergente del OMI ofrece una aproximación más precisa para la identificación y tratamiento del infarto de miocardio. La adopción de criterios electrocardiográficos más refinados puede mejorar la detección temprana de la oclusión coronaria y optimizar los resultados clínicos.
Referencias:
- Ann Emerg Med. - ECG Patterns of Occlusion Myocardial Infarction: A Narrative Review
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