Con enfermedad renal crónica, el ejercicio, mediante múltiples vías, podría ser mejor que algunos fármacos para ↓ su progresión:
•Cada 100 minutos de ejercicio se asoció a ↓9% el riesgo •Por cada 1 hora semanal de ejercicio ↓33% el riesgoActualmente nos enfrentamos a una pandemia de inactividad física que podría contribuir a la creciente prevalencia de la enfermedad renal crónica (ERC). Aquí, resumimos la evidencia actualmente disponible sobre la asociación entre la actividad física y la ERC, y también revisamos los efectos de la intervención con ejercicio en los pacientes afectados. La actividad física/ejercicio puede actuar como una polipíldora contra la ERC, impidiendo su desarrollo o incluso ejerciendo efectos beneficiosos una vez establecida (es decir, mejoras en la condición física y el riesgo cardiovascular de los pacientes, así como en la función renal). Los beneficios del ejercicio también se encuentran en estadios avanzados de ERC o en pacientes en hemodiálisis. También se discuten los mecanismos biológicos detrás de la evidencia clínica. Un estilo de vida activo aparece como piedra angular en la prevención y el manejo de la ERC.
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